Martín Molina da vida a sus títeres en el libro "Oficio de libres"
Martín Molina da vida a sus títeres en el libro "Oficio de libres"
Juan Carlos Fangacio

Entrar en la casa del titiritero Martín Molina en Magdalena involucra inevitablemente sentirse rodeado de múltiples miradas. Los títeres ocupan muebles, sillas, repisas, cuelgan del techo y las paredes, y parecen a punto de echarse a andar. "Ese es el atractivo principal de este arte –dice Molina–: lo mágico de encontrarte con un objeto inanimado que de pronto está vivo".

Su historia es curiosa: cuando estudiaba Psicología en San Marcos, tuvo que realizar una investigación experimental que incluyera títeres. "Al principio no quise, me negué. No me imaginaba jugando con muñequitos. Pero tuve que hacerlo renegando y ahora soy un titiritero al 100% de mi tiempo", cuenta.

Y a su trabajo en funciones, fabricación de títeres y dictado de talleres, le ha sumado la publicación del libro "Oficio de libres", una profunda investigación de este arte en el Perú, editado por la Asociación Cultural Tárbol –que él dirige– y el apoyo del Ministerio de Cultura.

—Universo (in)animado—
El libro recoge contenido del fanzine "Mil Vidas", que Molina editó durante años, pero también mucha información actualizada. Se reflexiona, por ejemplo, sobre los problemas que enfrentan los titiriteros en el Perú, como el desconocimiento de gran parte del público, que suele creer que los títeres son solo para niños, o la dificultad de adquirir recursos. "A mí me gustaría dedicarme solo a crear y circular mi trabajo, pero también tengo que hacer todas las demás gestiones, como mover funciones, los trámites administrativos, etc. Es un dolor de cabeza", admite.

Martín Molina da vida a sus títeres en el libro "Oficio de libres"
Martín Molina da vida a sus títeres en el libro "Oficio de libres"

Eso explica, por ejemplo, que en otra sección se hable de una "diáspora titiritera" en el Perú, pues muchos de nuestros artistas encuentran mucho mejores oportunidades en el extranjero. Países de la región como Argentina y Brasil cuentan con maestrías especializadas y decenas de festivales. Y ni qué decir de la enorme diversidad en el resto del mundo: desde el movimiento en países de Europa del Este como República Checa, para muchos la capital mundial del títere, hasta las expresiones más tradicionales de China y Japón, o el particular estilo creado en Estados Unidos por Jim Henson, con sus famosos Muppets.

Hacia el final del libro, se incluye un emotivo acercamiento a la historia titiritera del Perú, con entrevistas y semblanzas de figuras icónicas: aparecen allí la notable agrupación Kusi Kusi, el maestro Felipe Rivas Mendo (con quien Molina siguió su primer taller, donde adquirió la pasión que hoy le pone a su trabajo), e incluso la alemana Ingeborg Zwinkel, recordada como la 'Gringa Inga' de "Trampolín a la fama", quien tenía una faceta titiritera poco conocida.

Pese a las adversidades, Molina es optimista con el presente y el futuro de los títeres. Afirma que, en tiempos de apabullamiento de lo tecnológico y digital, este arte es apreciado como una disciplina rara, diferente. "El arte de los títeres es una enorme irreverencia, está en su propia naturaleza. Y vivir de ello es un arranque de libertad; por eso el título del libro: 'Oficio de libres'", dice el artista mientras contempla a sus compañeros de hogar: figuras de tamaños, rasgos y expresiones diversos a la espera de su orden para comenzar a hablar. Molina cierra la puerta de su hogar y uno tiene la certeza de que es un hombre que nunca se queda solo.

MÁS INFORMACIÓN
Título: "Oficio de libres"
Autor: Martín Molina
Editorial: Asociación Cultural Tárbol
Páginas: 368

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