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Takanakuy
Hernán Medrano Marin

El popular "divide y vencerás" se ve reflejado en diferentes pasajes de la historia de la humanidad, como en la caída del imperio incaico. Sin embargo, esta idea de desunión fue, por el contrario, un concepto prehispánico plenamente desarrollado dentro de la cultura andina y usado con un solo propósito: la reunificación.

La separación de pueblos en el Tahuantinsuyo, por ejemplo, era algo común. Las localidades eran separadas unas de otras y a cada una se les asignaba una labor específica, ya sea en agricultura, ganadería, limpieza de la ciudad, entre otras. Debido a este reparto, las tareas encomendadas eran terminadas mucho más rápido, pues entre los pueblos competían para ver quién las hacía en menor tiempo.

Juan Ossio, antropólogo peruano, explica que estas rivalidades tenían un propósito claro de contribución a la comunidad. "La idea de las competencias es algo que se dio muchísimo en la época de los incas y lo tenemos registrado en las crónicas. Está perfectamente documentado. En el caso del mundo andino, se desarrolla este tema del dualismo porque está muy asociado con la reciprocidad, fundamento que sustentó el orden social", dice a El Comercio.

Si del dualismo y las competencias dentro del mundo andino se trata, es preciso referirnos a la festividad del , que se celebra del 8 de diciembre al 20 de enero en los diferentes pueblos de Santo Tomás, en la provincia cusqueña de Chumbivilcas.

En esta peculiar festividad se enfrentan principalmente los jóvenes de las localidades de Belén y El Niño, quienes se agarran a golpes uno a uno a la vez. No están permitidas las patadas ni golpes bajos, solo golpes con el puño. Cuando uno de los combatientes cae o ya no puede seguir debido a las contusiones, se declara ganador al otro, quien es recibido con algarabía por su localidad.

"En algunas zonas del interior del país hay competencias de bailes, retos verbales, en algunas se tiran piedras con ondas, etc. En el caso del Takanakuy, los jóvenes se visten muy elegantes para impresionar a las chicas. Estas competencias se hacen acompañadas de música, a cargo de las huaylias (pastoras)", cuenta Ossio.

El Takanakuy, junto a las otras competencias que forman parte de la cultura andina, se realiza en conmemoración al solsticio de verano o Cápac Raymi, en diciembre. Esta época es precisa para el desarrollo de la ganadería. La ocurrencia de lluvias en la sierra hace que los campesinos suban con su ganado hasta la puna para que puedan pastar. La imagen del Sol y el Inca -su representante en la tierra- eran homenajedos durante la festividad.

El solsticio coincide con el nacimiento de Cristo, según el calendario crsitiano, por lo que tras la invasión española, el niño Dios reemplazó a la imagen del Sol y del mismo Inca. Luego, alrededor de esta figura se hicieron las competencias. El 25 de diciembre pasó a ser para muchos pueblos el día central de sus festividades durante esta época.

En Ayacucho, celebran sobre la base de una commpetencia que hacen las pastoras (huaylias). En Cusco, en las zonas altas, se encuentra la pampa del Chiaraje y la de Tocto. Todos los años se enfrentan estos dos distritos a ondazos. En esta festividad sí se han registrado muertos, a diferencia del Takanakuy.

"El Takanakuy tiene que ver con la etapa del solsticio y la etapa previa al carnaval. También es asociada con la ganadería, las canciones guerreras y pastoriles, porque la gandería siempre estuvo asociada con la actividad bélica y con la puna. En el mundo andino la guerra se asocia a lo masculino, mientras que el baile y la agricultura a lo femenino", sostiene el también ex ministro de Cultura.

El significado del Takanakuy es enfrentar a los representantes de dos grupos, quienes logran vengarse o 'saldar cuentas' de hechos que hayan ocurrido durante el año. Sin embargo, al final de la jornada renace la unidad entre las localidades, "terminan en una gran borrachera y todos amigos nuevamente", añade.

"Esta actividad ha servido fundamentalmente para recrear la unidad y limar las asperezas que se hayan podido generar en todo el año. La separación permite generar la dinámica social. El Takanakuy termina en la recreación de la identidad del grupo y así calmar los ánimos que se han ido generando por conflictos", afirma Ossio.

En los últimos años, las mujeres han empezado a enfrentarse en esta festividad. Además, quienes han migrado a Estados Unidos llevan consigo esta tradición, y cuando llega diciembre llevan a cabo su propio Takanakuy. "El principio fundamental que los hace realizar eso es el valor andino, que tiene que ver con la unidad, aún estando tan lejos", agrega.

A pesar de que las autoridades han querido frenar esta actividad debido a los cientos de contusos al final del día, más puede la intención de mantener esta costumbre que, a la larga, favorece a las buenas relaciones entre los dos distritos.

"Ningún cusqueño, en estos momentos, va a permitir que alguien se atreva a suprimir el Takanakuy por más contusos y heridos que existan", dice el ex funcionario.

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