MDN
tejedoras_Piura_I

Cuatro artesanas –y una niña que auguran como una gran maestra– tejen con urgencia objetos con paja toquilla. Las mujeres del Bajo Piura están sentadas sobre una alfombra, en una tienda donde se venden los productos que ellas mismas confeccionan. Una tienda donde los clientes pueden sentir –a través de un corto video– la ferocidad del Niño costero, que las dejó a ellas y a miles de piuranos en la calle.

El video es parte del tour que ofrece esta tienda vivencial de artesanía, montada gracias al apoyo del Centro Comercial Plaza de la Luna y el programa de voluntariado Alma Tallán de la Universidad de Piura (UDEP). La tienda vivencial “Tejiendo el futuro” reúne a 60 artesanas de cuatro asociaciones de los sectores de Narihualá, La Campiña y Pedregal Chico, en el distrito de Catacaos.

Pero el viaje comienza con un video, que expone la devastación del Niño costero, y más precisamente el desborde del río Piura, y la dura batalla que libran –hasta ahora– las artesanas del Bajo Piura. Después, los clientes pueden observar en la tienda vivencial el paciente trabajo que realizan ellas con la paja toquilla.

Apoyo a la cultura
El Niño costero afectó a más de 2 mil artesanas del Bajo Piura, que perdieron insumos y productos ya elaborados. Enterados del hecho, el centro comercial Plaza de La Luna y la Udep diseñaron un proyecto destinado a reactivar la economía de las mujeres tejedoras y a rescatar el patrimonio cultural de esta región.

Se invirtió más de S/. 40 mil para implementar la tienda vivencial, que ahora funciona en el segundo piso del mencionado centro comercial. “Se entregó un bono de S/. 600 a cada asociación de artesanas para que tejan productos, se las capacitó, se imprimió algunas fotografías y se hizo un video sobre el desborde del río Piura”, explicó una vocera del centro comercial.

Diana Aguirre, del voluntariado Alma Tallán, dijo que este proyecto busca revalorar el trabajo de las artesanas golpeadas por el Niño costero, y ayudarlas a reactivar su economía. “El sombrero de paja toquilla es patrimonio nuestro, y no vamos a dejar que muera de ninguna manera. Esta tienda vivencial es un esfuerzo conjunto que hemos emprendido para rescatar el arte y la cultura”, dijo.

La tienda vivencial está abierta al público de 2 pm a 9 pm de martes a domingo. Los clientes pueden disfrutar, además, de una exposición fotográfica de los efectos del Niño costero elaborada por Miguel Ángel Arreátegui.

Contenido sugerido

Contenido GEC