En Puno, esta semana los maestros en huelga destruyeron parte del cerco perimétrico del aeropuerto de Juliaca
En Puno, esta semana los maestros en huelga destruyeron parte del cerco perimétrico del aeropuerto de Juliaca
José Carlos Requena

No es el primer mandatario que tiene que enfrentar el desafío sureño. Pero el desgaste del presidente Pedro Pablo Kuczynski parece gritar, contradiciendo lo que Alberto Vergara veía a inicios de mes. “Si PPK ha logrado mantener alguna popularidad durante su mandato, se debe al respaldo del sur del país, tradicionalmente antifujimorista”, decía Vergara, mientras planteaba su posición ante el potencial indulto a Alberto Fujimori (“New York Times”, 5/7/2017).

Pero el único respaldo que tuvo Kuczynski en el sur fue el efímero apoyo electoral de la segunda vuelta de junio del 2016. De hecho, los porcentajes entre la primera ronda de abril y el desempate de junio varían considerablemente, contrastando la apatía con la resignación.
A nivel nacional, Kuczynski obtuvo 21% de votos en abril; en el sur, su desempeño fue marcadamente menor (9,7% en Cusco, 8,6% en Puno, 5,6% en Apurímac), con la excepción de Arequipa (27,3%), donde ganó la contienda. En general, los porcentajes crecen significativamente en junio (65% en Cusco, 63,1% en Puno, 67,6% en Arequipa), aunque la victoria no fue tan arrolladora en Apurímac (52,1%).

De ser la única razón que explica la votación sureña, el antifujimorismo parecería haber decrecido en el último lustro, si se usa como guía los resultados de segunda vuelta del 2011 y el 2016. Comparados con la victoria de Ollanta Humala cinco años antes (77,1% en Cusco, 78% en Puno, 68,4% en Apurímac), los resultados de Kuczynski en la región son menores, con excepción de Arequipa (65,9%).

Coherente con el voto obtenido en segunda vuelta del 2016, y quizá respondiendo a gestos como la reunión con gobiernos locales y regionales en Cusco, previa a su toma de mando, la aprobación temprana de Kuczynski en el sur fue auspiciosa. Según Ipsos, en agosto del 2016 la aprobación presidencial en el sur llegó a 68%, siete puntos porcentuales por encima del promedio nacional.

En cambio, en la última entrega de Ipsos (El Comercio, 16/7/2017), la cifra se ubica en 28%, seis puntos debajo del promedio nacional. Medido en puntos porcentuales (la diferencia entre la aprobación en agosto del 2016 y julio del 2017), el deterioro llega a 40 puntos, muy por encima del promedio nacional y de la cifra correspondiente al centro del país (27), casi doblando la del oriente (22) y duplicando la del norte (20).

El antifujimorismo es fuerte en el sur. Según GfK, alcanza al 43% de los encuestados, 13 puntos más que el promedio nacional (30%) y 15 puntos por encima de Lima (28%). Pero hacen falta mayores indagaciones para conocer el actual descontento. “El único soporte popular con que cuenta [Kuczynski]”, según Vergara, hace mucho que se perdió.

TAGS

Contenido sugerido

Contenido GEC