Mathías Panizo Arana

Pocos conocen lo que ocurre cada jueves desde la medianoche en la Costa Verde: ahí se concentra lo más oscuro de las carreras de autos no autorizadas, conocidas como piques ilegales. Es tierra de nadie, una zona de riesgo que ya ha cobrado vidas. El objetivo de los ‘jueves de piques’ es llevar al límite los velocímetros, romper normas y escapar de la policía.