Sebastian Stan como Jeff Gillooly y Margot Robbie como Tonya Harding en escena de "I, Tonya". (Fuente: AP)

No solo son las nominaciones al . La coyuntura también se alineó para que aumente el interés de "I, Tonya" ("Yo, Tonya), película basada en la turbulenta vida de la patinadora Tonya Harding. , empezaron hace unos días, y el patinaje artístico volvió a ser noticia. El deporte, además, tendió un puente amistoso entre las dos Coreas para que descongelen sus relaciones luego de las constantes amenazas de ataques nucleares.

Mientras tanto, seguimos en la cuenta regresiva de los premios Oscar que se entregarán el 4 de marzo. "I, Tonya" cuenta con tres nominaciones: a Mejor actriz, Allison Janney a Mejor actriz secundaria, y Mejor edición. Y a pesar de todo ello, el estreno de "I, Tonya" no está asegurado en el Perú.

INTRIGA Y THRILLER SOBRE HIELO
Es el subgénero conocido como 'whodunit'. El término abrevia una vieja pregunta: "Who has done it?" (¿Quién lo hizo?). Una interrogante añeja pero con una inagotable capacidad para renovarse y sembrar una historia, misterio y morbo.

La pregunta se asocia naturalmente con crímenes, asesinatos y Alfred Hitchcock. En la trayectoria de Tonya Harding, sin embargo, este dilema se traslada al ámbito deportivo. En 1994, un sujeto atacó con una barra la rodilla de Nancy Kerrigan, una de las principales contrincantes de Harding. Esta última pasó de ser heroína –fue la primera patinadora estadounidense en completar un triple axel, un salto con giros que suman 1.260 grados– a convertirse en villana, especialmente cuando se supo que su ex marido Jeff Gillooly y su guardaespaldas Shawn Eckhardt contrataron a Shane Stant para que ejecute la agresión. Apenas meses atrás, en 1993, otro ataque había paralizado y conmocionado el mundo deportivo: un espectador acuchilló a la tenista Mónica Seles durante un partido.

Entonces la presión mediática se convirtió en una mochila demasiado pesada. En los Juegos Olímpicos de 1994, en Lillehammer, Noruega, Nancy Kerrigan obtuvo la medalla de plata en la modalidad individual para mujeres de patinaje artístico sobre hielo. En cambio, Tonya Harding no impresionó a nadie y se quedó con las manos vacías.

Ya en Estados Unidos y con tal de evitar la cárcel, Harding se declaró culpable de obstrucción a la justicia. Por este y otros hitos tristes, ella fue expulsada para siempre de la federación de patinaje artístico de Estados Unidos. Su vida discurriría por un rumbo excéntrico que incluyó una breve carrera en el box profesional. Hoy Harding tiene 47 años y parece haber logrado aquietar sus demonios interiores que la llevaron a frecuentar el alcohol y a intentar suicidarse. Convertirse en mamá le trajo paz y sentido de la responsabilidad.

REALIDAD Y FICCIÓN
Las historias se potencian con los tormentos. No sorprende que la vida de Tonya Harding haya inspirado una película que cuenta con tres postulaciones al Oscar 2018. En cambio, salvo el episodio del ataque, quizás la existencia de Nancy Kerrigan sea muy dulce para este propósito.

Precisamente, "I, Tonya" recrea la tortuosa relación entre Harding (Margot Robbie) y su infernal madre (Allison Janney). También tiene una presencia destacada su no menos turbulento ex marido Jeff Gillooly (Sebastian Stan). Sus dramas y lados oscuros los humanizan, además de sensibilizar al espectador sobre las consecuencias que pueden generar las motivaciones y las circunstancias tóxicas.

Margot Robbie se preparó por cerca de cuatro meses para asumir el reto de encarnar a una ex patinadora profesional. Con "I, Tonya", además, la actriz incursiona en la producción. Robbie desea tener el control sobre las historias que protagonizará. Recientemente, ella : "Me he hecho productora porque no me voy a quedar sentada esperando buenos papeles". Ahí están los resultados.

Contenido sugerido

Contenido GEC