Ben Carson se mantiene firme ante dudas sobre su pasado

Washington. Ben Carson, precandidato republicano a la Casa Blanca, prometió el domingo seguir adelante con su campaña a pesar de las acusaciones de mentiras en los relatos de su vida personal que la prensa colocó en el centro de su postulación electoral.

Como consecuencia de la controversia desatada por este tema, Carson rechazó cualquier insinuación de que podría hacer cambios en su campaña en declaraciones a la cadena de televisión ABC: "Absolutamente no", dijo al programa de noticias de la cadena "This Week".

Ben Carson, de 64 años, se colocó en la cima de la pugna por la candidatura presidencial republicana, donde compite con Donald Trump, con una inspirada historia sobre su superación de una infancia difícil en Detroit para luego abordar una exitosa carrera como neurocirujano. 

Pero ese relato de su vida, que narra en un libro biográfico e incluso en una película, ha sido cuestionado por medios de prensa locales que pusieron en duda aspectos claves de su adolescencia problemática y una supuesta admisión por una beca en la prestigiosa escuela militar estadounidense West Point.

"Nuestra campaña es lo más importante. Decimos la verdad, nos ocupamos de los verdaderos problemas", aseguró Carson. "Yo no soy un político, así que no me verán actuando como un político", agregó en respuesta a los medios. 

El Wall Street Journal cuestionó lo dicho por Ben Carson respecto a haber cursado en la Universidad de Yale, y dijo que no pudo corroborar tampoco que hubiera cobijado a estudiantes de tez blanca durante una revuelta en protesta por el asesinato del activista Martin Luther King mientras estaba en la escuela secundaria. 

"Muéstrenme a alguien, incluso de su negocio, la prensa, que esté 100% seguro de todo lo que dice que haya pasado 40 o 50 años atrás", arremetió el precandidato. 

Ben Carson, quien ya está retirado de la medicina, sostuvo este domingo como cierto la mayor parte de lo dicho sobre su historia, pero dejó algunas chances de posibles incoherencias en sus vivencias pasadas.

El candidato busca seducir al ala más conservadora del electorado republicano con una reputación de integridad moral basada en una fuerte convicción cristiana.

Fuente: AFP