Luiz Inácio Lula da Silva, ex presidente de Brasil. (Foto: EFE/Sebastião Moreira)
Luiz Inácio Lula da Silva, ex presidente de Brasil. (Foto: EFE/Sebastião Moreira)
Redacción EC

El ex mandatario brasileño Luiz Inácio cumple este domingo 100 días en prisión desde que se entregó el 7 de abril para iniciar una condena por corrupción pasiva y lavado de dinero.

Pese al encierro en la sede de la Policía Federal de Curitiba, en el sur de Brasil, Lula da Silva, que gobernó Brasil entre el 2003 y el 2010 dejando el poder con más de 80% de popularidad, no desiste de su aspiración a un nuevo mandato presidencial.

Este domingo se lanzó la campaña #100diasdeResistencia en las redes sociales para marcar la fecha.

Con una fuerte presencia en las redes sociales, el líder del Partido de los Trabajadores (PT) se mantiene en el centro de la campaña presidencial hacia los comicios del 7 de octubre con un 30% de apoyo en los sondeos.

Lula da Silva fue condenado en segunda instancia a 12 años y un mes de prisión por haber recibido un apartamento en el litoral de São Paulo de manos de la constructora OAS a cambio de favorecerla en las licitaciones de la estatal Petrobras.

Su fuerza política ha cerrado filas en torno a su candidatura, que será oficializada el 15 de agosto, cuando vence el plazo legal, aunque se espera que la justicia electoral anule su postulación debido a su situación procesal.

Aunque el PT se niega a hablar de sustitutos –tampoco ha anunciado un candidato a la vicepresidencia– suenan en la prensa figuras como el exalcalde de São Paulo Fernando Haddad o el exgobernador de Bahia Jaques Wagner, ambos con menos de 2% en las encuestas.

Los abogados de Lula da Silva, que se declara inocente y afirma que su prisión es una "conspiración" para inhabilitarlo electoralmente, buscan que aguarde en libertad hasta que se agoten todos las instancias procesales.

Sin embargo, hasta el momento la defensa ha cosechado una serie de reveses judiciales, entre ellos una reciente prohibición para que Lula sea entrevistado por medios de comunicación.

El capítulo más mediático en lo que va de condena ocurrió el 8 de julio cuando un juez de segunda instancia, que estaba de guardia de fin de semana y que tenía lazos con el PT, concedió un habeas corpus al exmandatario, dando inicio a una guerra judicial con cinco decisiones simultáneas en contra y a favor.

El pleito fue zanjado por el presidente del tribunal de apelaciones que decidió que Lula continuase preso.

Lula da Silva continúa preso en su celda de 15 metros cuadrados en el cuarto piso de la sede policial en Curitiba.

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Fuente; AFP

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