Fernando Vivas

No eran patas, ni siquiera –que sepamos– se conocieron. Ella no votó por él; él no la invitó a tomar caldo verde a Sarratea; ni sus hijos o sobrinos jugaron golf juntos. No era necesaria la intimidad. Había un hábil intermediario, Salatiel Marrufo, que bregó para que el entendimiento entre Pedro Castillo y Sada Goray fuera el que mejor fluyese en el año y medio que duró el ‘castillato’. Es más, el fin de Pedro el 7 de diciembre del 2022 está marcado por la develación de esta relación, cuando Salatiel la cantó a la fiscalía y, el mismo 7 en la mañana, la repitió en vivo ante la Comisión de Fiscalización.

Fernando Vivas es columnista, cronista y redactor

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