El presidente Martín Vizcarra exhortó a la ciudadanía, durante una ceremonia por la entrega de títulos de propiedad en Lambayeque en diciembre pasado, que “voten por candidatos [...] que trabajen para eliminar la inmunidad parlamentaria”. (Foto referencial: Presidencia).
El presidente Martín Vizcarra exhortó a la ciudadanía, durante una ceremonia por la entrega de títulos de propiedad en Lambayeque en diciembre pasado, que “voten por candidatos [...] que trabajen para eliminar la inmunidad parlamentaria”. (Foto referencial: Presidencia).
Editorial El Comercio

El Jurado Electoral Especial de Lima Centro 1 (JEE) finalmente acerca de la presunta vulneración del principio de neutralidad en la que, de acuerdo con quienes plantearon la denuncia, habría incurrido el presidente el 21 de diciembre pasado, al instar a la población a votar en las próximas elecciones congresales por quienes “”. En la medida en que tal iniciativa es apoyada, con matices, por determinados partidos y rechazada por otros, la declaración podía ser entendida como una voluntad de orientar el voto hacia los primeros, lo que motivó la denuncia ahora resuelta.

Pues bien, contrariamente a lo que se apresuraron a afirmar otros medios, el JEE no ha sentenciado que no hubo vulneración. Lo que ha dicho es que “si bien [las declaraciones del mandatario] traducen afectación al principio de neutralidad […], tal afectación no es de intensidad gravísima en sus consecuencias”.

De esa consideración deriva, además, la conclusión de que “no puede haber lugar a una sanción por la investidura del presidente”, aunque recomienda que este “se conduzca privilegiando la vigencia y respeto al principio de neutralidad en el proceso electoral en curso”.

Llama poderosamente la atención, por cierto, la inclusión del superlativo “gravísima” en un documento oficial. ¿Quiere eso decir que la afectación –que, como hemos hecho notar, se da por producida– fue lo suficientemente grave como para amonestar a un funcionario público pero no si se trata del jefe del Estado? ¿Existe en la gradación de las faltas que le corresponde identificar al JEE esta antojadiza categoría del “grave ma non troppo”? La verdad es que da la impresión de ser, sobre todo, una contorsión retórica para edulcorar un mensaje que se presume ingrato para el presidente.

No por ello, sin embargo, deja de ser lo que es: una admonición que, por el bien de los comicios en marcha, no debería caer en saco roto.