(Foto: Andina)
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Fernando Vivas

Esa es la receta, mano dura para ser drásticos, empujar despidos y renuncias, acortar plazos y doblar el brazo a los contrarreformistas en el Congreso. Cabeza fría para no caer en el autodestructivo ‘que se vayan todos’, o presionar a Vizcarra a cerrar el Congreso y hacer tambalear a todas las instituciones. Cabeza fría para no dar rienda suelta a nuestras antipatías políticas: ni gritar que esto es un ‘golpe de Estado’ porque la mayoría de audios son difundidos por la ‘caviar IDL’; ni concentrarnos en la ‘señora K’ y en Mulder, olvidando que aquí hay corrupción sistémica, sin bandera, que recibe coima, extorsiona y se confabula no solo con políticos judicializados, sino con narcos y todo tipo de criminales.

Mano dura para exigir que el CNM se replantee entero, empujando a la renuncia a todos los consejeros antes que lanzarse a una complicada defenestración por el Congreso. Cabeza fría para caer en la cuenta de que si exigimos la renuncia de Duberlí Rodríguez al Poder Judicial, por tener de asesor de prensa a un confeso sinvergüenza que usaba su nombre arteramente y por asistir a reuniones de dudoso fin y un almuerzo convocado por Antonio Camayo de Iza Motors con el gancho de halagar a estrellas de la ‘U’, podemos entrampar el proceso sin asegurar un reemplazo idóneo. Pongámoslo a prueba, a ver si se redime liderando la emergencia en su sector.

Mano dura para emplazar gente. Por ejemplo, emplazo a José Luna a allanarse a una comisión interventora de Telesup, nido de influencias sobre el CNM y la ONPE. Y emplazo a Daniel Urresti, su candidato a Lima: Oye, Urresti, no sé si ayudaste a asesinar a mi colega Hugo Bustíos años atrás en Ayacucho; pero hoy, si quieres hacer algo digno, renuncia a esa candidatura y cuadra a Luna.

Cabeza fría para ver que el escándalo no está en el hecho de que Keiko Fujimori, innegable ‘señora K’, quiera conversar con un juez que ve su causa, sino en que haya dejado entrar a sus campañas y a su partido a tanto empresario con intereses oscuros. Eso es lo que la judicializa y la habría llevado a buscar a Hinostroza. Eso es lo que, salvando peculiaridades de cada caso, llevó a Ollanta y Nadine a prisión. Eso es lo que, muy probablemente, hace que Mulder sea tan gentil con un exigente Mario Mendoza, posible aportante de campañas congresales.

Por todo esto, no dejaré en insistir en que un correctivo para prevenir la corrupción en la política y evitar tener congresistas que deban favores a empresarios de mala entraña es abaratarles las campañas. Que no se corrompan nuestros políticos para pagar spots de TV, que eso lo cubra el Estado.

Respecto a la reforma judicial, una receta, para mí, se cae de madura: fortalecer y especializar la carrera judicial, como la hay de diplomáticos.