"Cateriano ya no necesita a Vargas Llosa, ya tiene a Nadine"

Tras nueve años de exilio voluntario en España, regresó a Lima, donde ha convertido su casa de San Isidro en su nuevo centro de operaciones. Revivir políticamente, es la consigna y para ello deberá formar un nuevo equipo tras la caída en desgracia de su Frente Independiente Moralizador (FIM), el partido de la escoba. Ahora, el canciller más breve de los últimos 35 años quiere perdurar en la política.

Sus críticos pueden decir que retorna al Perú por la crisis en España. ¿Por qué regresa en este momento?
Es lógico que el ladrón piense que todos son de su condición. Mis hijas han decidido estudiar en el Perú y ya están en universidades peruanas. Y claro eso te jala, la familia jala, pero si yo finalmente decido volver a participar en política en la primera fila es por un sentido del deber, yo gracias a Dios no necesito de la política ni he vivido de ella. Si asumí responsabilidades fue porque tengo vocación de servicio y tampoco es que ser diputado o ministro sea estar en el paraíso. Estar en la política significa que te van a tirar barro con ventilador para ver si te vuelves igual que el resto.

César Álvarez, hoy encarcelado en Piedras Gordas, postuló en tres oportunidades al Congreso (2000, 2001 y 2006) por el FIM. ¿Lamenta haberlo llevado?
Censuro la corrupción y los crímenes, los censuro con toda firmeza. Y si la justicia tiene todo esclarecido, pues que sancione ejemplarmente. En el 2000, César Álvarez se acerca al FIM y venía de la dirigencia juvenil del fujimorismo. Pero nosotros no somos sectarios, nos pareció un tipo íntegro, un tipo que realmente quería participar en política para cambiar la situación de su región. Él se enfrentó permanentemente al Partido Aprista, que creía que Áncash era de su propiedad; le robaron una elección; y durante toda esa época su comportamiento fue ejemplar e íntegro.

Es decir, cuando Álvarez fue su aliado era íntegro y luego toma otra senda.
Después de las elecciones presidenciales del 2006, que nosotros perdimos, él sigue su camino, forma su movimiento Cuenta Conmigo y así fue elegido presidente regional, él hizo sus listas y él gobernó, nosotros no intervenimos para nada. La investigación en el Caso Áncash debe ser completa, si hubo un acto de corrupción está el funcionario corrupto, pero también está el corruptor.

Si bien Álvarez nunca salió electo por el FIM, si fue asesor de esta bancada en el Congreso. ¿Usted fue su padre político?
No, por favor. Lo digo con toda transparencia, él formó su movimiento, él sacó sus votos, no participé en su campaña, más bien él sí participó en la última campaña presidencial apoyando a Humala y no olvidemos que en ese círculo también estaba Martín Belaunde Lossio. Yo no tengo nada que ver con Álvarez y lo que hizo en Áncash, yo estaba en España y cada uno siguió su camino.

Heriberto Benítez, otro sus ex aliados, también está involucrado en el Caso Áncash. ¿Cómo ve su situación?
Mi posición es que la ley tiene que aplicarse igual para todos. En una democracia no hay intocables, en la justicia no hay amigos. Que se aplique la ley a quien corresponda, pero que se aplique.

¿Se arrepiente de haber respaldado a Toledo?
No hay que olvidar que el régimen de Toledo fue muy difícil, había conspiraciones de manera permanente. Aquí los peruanos olvidamos que de pronto en las cárceles teníamos a comandantes generales del Ejército, de la Fuerza Aérea y de la Marina, empresarios y dueños de medios, gente con mucho poder, que no le gustaba que el gobierno deje a la justicia hacer su trabajo. Obviamente, también había temas que molestaban a la opinión pública, como el caso Zaraí o los escándalos de los familiares de ex presidente. Toledo tenía enfadada a la opinión pública. Y ante esas situaciones, ¿qué hacíamos? ¿No íbamos para resguardar mi capital político? Sabe lo que habría pasado si nos retirábamos del gobierno, el régimen de Toledo habría caído.

¿Usted cree que sin su apoyo, el gobierno de Toledo no llegaba hasta el final?
No, no es que lo crea, esa es la historia.

¿Cómo se sintió cuando en el 2011, Toledo minimizó su respaldo? ¿Se sintió decepcionado?
[Toledo] dijo que ‘hay sumas que restan’. Sí, por supuesto [que me sentí decepcionado]. Sin embargo, me quedé callado, no solo conté hasta tres sino hasta un millón antes de responder. Algún día se sabrá cómo fue todo.

¿Le cree a Alejandro Toledo cuando dice que no tiene nada que ver en la formación de Ecoteva?
No conozco el caso, me voy a remitir a lo que decida la fiscalía y el Poder Judicial. Eso sí, todo debe quedar muy claro, quien está o estuvo en la función pública tiene el deber de ser claro con sus cuentas y explicaciones. Espero que así sea.

“Cateriano no necesita a MVLL, ya tiene a Nadine”

El actual primer ministro, Pedro Cateriano, y usted fueron muy cercanos en los noventa y en el gobierno de Toledo. ¿Aún son amigos?
Hubo una época en la que fuimos muy cercanos. Desde los noventa, cuando ambos fuimos diputados e investigamos al primer gobierno de Alan García. También compartimos ideales y momentos difíciles, nos enfrentamos a la dictadura de Alberto Fujimori con firmeza. Y luego él postulo sin suerte al Congreso por el FIM. Ya en el gobierno de Toledo, yo le pedí que sea viceministro de Justicia y lo hizo bien. Sin embargo, él renunció públicamente por discrepancias en el ‘arequipazo’ en el 2003. Nos enteramos por el noticiero de su renuncia. Más adelante, él quiso ser ministro de Justicia, pero Toledo ya le había perdido la confianza.

¿Cateriano quiso ser ministro de Justicia en el gobierno de Toledo?
Sí, en algún momento quiso serlo. Cuando Fausto Alvarado deja el cargo, él estaba esperando ser su sucesor, pero Toledo nombró a Carlos Gamarra. Cateriano pensó que se le había vetado. Más tarde, aparece con Humala, se acerca primero a Juan Jiménez Mayor y logra ser nombrado ministro de Defensa. Aunque, sin duda su cercanía con Mario Vargas Llosa influyó [en su designación].

¿Para usted, Cateriano solo es ministro por Vargas Llosa?
Es un factor importante hasta un momento dado, porque ya luego su relación con Nadine Heredia es la que pesa realmente. Ya no necesita a Vargas Llosa ni a nadie, ya está con el poder real, que es Nadine Heredia.

¿Es Cateriano la mejor carta para ser primer ministro en la última etapa de este gobierno?
No, yo habría preferido ante la crisis, que significó la salida de Ana Jara del gobierno, que se nombrara a una persona con peso propio, que sea capaz de decirle no a la señora Nadine Heredia, quien es la que gobierna. ¿Cree que Cateriano le dirá a Heredia que no use recursos del Estado para promover su imagen personal? Después de escuchar que le pide ‘luz verde’ para realizar compras militares, no lo creo. El factor perturbador de este gobierno ha sido la llamada ‘reelección conyugal’.

¿Coincide con Alan García en el término ‘reelección conyugal’?
Sí, me parece un término apropiado. Tampoco es que García haya descubierto la pólvora, es un modelo que se aplicó en Argentina con Néstor Kirchner y Cristina Fernández. Aquí, todo está perturbado, el Perú está en una mala situación económica. Y a mí me da la impresión de que la prioridad del gobierno ahora es blindar a Nadine Heredia. Eso no puede ser el objetivo nacional, por eso se reclama transparencia.

MVLL dice que respalda a Humala porque no cree que se meta dinero a los bolsillos. ¿Para usted, es el actual gobierno corrupto?
Se deben juzgar los hechos. Mientras el señor Humala, electo presidente, era recibido por el presidente Obama en Estados Unidos, el mismo día, a la misma hora, en Rusia, en Moscú, el hermanísimo Alexis Humala, estaba sentado con el canciller de Rusia. El canciller de Rusia no se sienta con cualquiera, se siente con el hermano a pedido del presidente electo. Alexis Humala fue con una agenda para negociar compras militares y temas de pesca. Antes de jurar ya estaban haciendo contubernios. Cuando las cabezas están malogradas, que esperas del resto del cuerpo.

¿Cree que Keiko Fujimori es autoritaria como su padre, Alberto Fujimori?
El fujimorismo es uno solo, pese a que ahora trate de distanciarse de Montesinos. Acaso nos olvidamos que cuando se denunciaba la corrupción de Montesinos, salía Fujimori y el ‘Doc’ dando una entrevista en televisión, usando la misma corbata y solo faltaba que se agarren de la mano. Durante toda la década de los noventa, Fujimori fue cómplice consciente de lo que hacía Montesinos. Y que Keiko Fujimori tampoco venga a decir que no sabía nada, fue la primera dama de un gobierno hipercorrupto

¿Qué gobierno tuvo los más altos niveles de corrupción?
Está el primero de Alan García y el decenio de Fujimori. Y no nos olvidemos del segundo de García. Ha impuesto un récord mundial al indultar a 5.000 reos, de los cuales 400 eran sentenciados por narcotráfico. Ahora todo va cuadrando, explota el Porsche y Gerald Oropeza es el socio de Facundo Chinguel, quien a su vez era el hombre de confianza de Alan García en la comisión de indultos. Y este Facundo Chinguel iba a ser secretario general del Apra. El narcotráfico es muy fuerte y el Apra está vinculado a este desde hace décadas. Y para responder a la pregunta, hay un triple empate en términos de corrupción: el aprismo, el fujimorato y este gobierno.

Usted no ha descartado postular a la Presidencia en el 2016. ¿Con quiénes, con qué partido, con cuáles fondos?
Primero tengo que tomar la decisión [de postular a la Presidencia], aún no la he tomado Y cuando  tome la decisión debo tener un partido que me permita convocar a un equipo, porque esta no es una tarea mesiánica. Hay que tener liderazgo sí, pero ideas claras también y estas deben ser ejecutadas por un grupo de gente preparada.

¿Quiénes integrarían su equipo? ¿El ex congresista Gustavo Pacheco?
Todo a su momento. Primero tengo que decidir. No me ponga nombres. Con Pacheco he conversado, le di el pésame por la muerte de su hermano, hay una relación cordial, pero él tiene otro proyecto. Se ha ido a vivir a Puno y le deseo la mejor de las suertes.

A usted se le recuerda por el portazo que le dio a una periodista, por los gestos obscenos en contra de unos ciudadanos, por las cartas al Vaticano. ¿Su regreso, también implica que veremos a un nuevo Fernando Olivera?
Yo no me siento descalificado como persona. Esa síntesis que realizas son hechos anecdóticos y, en su momento, fueron autocriticadas y asumí el costo político por ello. ¿Quiere que me autoflagele  una vez más? Me autoflagelo. ¿Qué importancia tiene ahora la ‘pichulita’? Esto me parece una huachafería. Si la gente  de la ‘highlight’ que se escandaliza  y me dice ‘ay, como hiciste la pichulita’. Nadie recuerda que yo enfrente a Sendero Luminoso, que enfrente al régimen autoritario de Fujimori, que presenté el primer ‘vladivideo’, nadie recuerda eso. A Olivera le podrán decir que es un loco, pero jamás ladrón ni asesino y todos debemos tener una dosis de locura, sino no hacemos nada en este mundo.