En una lectura superficial, podríamos tomar esta historia, escrita con solidez y aparente transparencia, como una posible autobiografía de un escritor que muy joven toma la decisión de abandonar su país para desarrollar su vocación en terrenos más amables.
En una lectura superficial, podríamos tomar esta historia, escrita con solidez y aparente transparencia, como una posible autobiografía de un escritor que muy joven toma la decisión de abandonar su país para desarrollar su vocación en terrenos más amables.
Enrique Planas

PENGUIN RANDOM HOUSE / 156 PÁGINAS

Dos semanas de marzo parecen decisivas en la vida de un grupo de jóvenes en el último año escolar. Un parteaguas después del cual todo será distinto. En estos días, Andrea descubre que está embarazada y Ladislao se ha involucrado con la nueva profesora de inglés.

Pero al escritor boliviano no solo le interesa indagar en ese marco temporal, pues Los años invisibles es también una novela sobre el reencuentro de ambos personajes veintiún años más tarde, luego de haber migrado muy lejos de Bolivia, durante una marcha por los bares de Houston. Y por lo mismo, su concepto central es el tiempo, los vínculos entre el pasado y el presente, cómo las decisiones de los personajes adolescentes terminan afectando su madurez décadas más tarde. Entre dos etapas muy distintas, la adolescencia y los inminentes cuarentas, ocurre la vida, con todas sus sorpresas y crueldades, sus claroscuros irrepetibles.

En una lectura superficial, podríamos tomar esta historia, escrita con solidez y aparente transparencia, como una posible autobiografía de un escritor que muy joven toma la decisión de abandonar su país para desarrollar su vocación en terrenos más amables.

Sin embargo, lo más interesante de la novela es justamente evidenciar la trampa de la llamada autoficción, revelando este género también como una invención de falsas memorias. La relación entre ficción y realidad siempre será ambigua y tensa, pues, como ha señalado el autor, la realidad es también una suerte de ficción. Así, Hasbún narra al borde de lo que es real y lo que es ilusión, sobre la cuerda tensada sobre la imaginación y la experiencia vivida. Para él, no solo el presente es un lugar incierto: el pasado también lo es. //

EL AUTOR

RODRIGO HASBÚN (Cochabamba, 1981) es un escritor y guionista boliviano de ascendencia palestina. En 2010, fue elegido por la revista británica Granta como uno de los 22 mejores escritores de lengua española menores de 35 años. Actualmente radica en Houston.

OTROS LIBROS

Django: la otra cara

MIGOYA / PEZO

PLANETA CÓMIC

Si Italia tiene su espagueti y España sumó al subgénero la paella, el Perú bien puede tener su tacu-tacu western, como advierte el actor Giovanni Ciccia, rostro del único personaje cinematográfico local que ha alcanzado el récord de la trilogía. La versión al cómic de Django, adaptada por el guionista español Hernán Migoya y plasmada con el trazo de Joel Pezo, plasma la violencia y la traición cotidianas en nuestra cruel ciudad, pero también aporta un tono nostálgico y romántico. Una narración con nervio y una ejecución visual de línea clara pero achorada.

Balón y poder

EFRAÍN TRELLES ARÉSTEGUI

COLEGIO TRENER

A pesar de que siempre ha sido un fenómeno que ha arrastrado masas y pasiones, que ha provocado grandes rivalidades y enfrentamientos, resulta extraño que tan pocos historiadores hayan calibrado la relación entre el fútbol y la historia política de un país. Así, el desaparecido historiador y periodista andahuaylino construye a partir de la leyenda de un ídolo como Lolo Fernández una compleja historia nacional marcada por el autogol. Mientras el crack se forja, el país transita de la República Aristocrática al oncenio de Legía. Como señala José Luis Rénique en el prólogo, mientras la élite se divorcia del pueblo, crece la unánime afición del público.

La caída visual

CHRISTABELLE ROCA-REY

BNP – IEP

Dos casos en que la caricatura fue utilizada principalmente para dar cuenta de incapacidad para gobernar fueron las dos gestiones de Fernando Belaúnde y la de Francisco Morales Bermúdez, en la segunda mitad de la dictadura militar. Analizando ejemplos de humor gráfico producidos entre 1967 y 1980, la doctora en Historia por la Universidad King’s College London escoge una interesantísima fuente documental para dar cuenta de los contextos de crisis social y económica de la época, así como para reconstruir la memoria política. Nada como la sátira para revivir uno de los periodos más crispados en la historia del siglo XX peruano.

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