Solo el 2% de peruanos, es decir 60 mil personas sufren de glaucoma, según el Instituto Nacional de Oftalmología (INO).
Una disminución en la visión, mayor sensibilidad a la luz o un ligero apagamiento en la detección de los colores podrían ser la primera señal de aparición de cataratas, mientras que en el caso del glaucoma los síntomas son casi inexistentes. El glaucoma es la enfermedad que se caracteriza por una elevación de la presión intraocular, que puede causar ceguera definitiva. Por otro lado, la catarata es la opacidad del cristalino, que también puede desencadenar en ceguera.
Estas enfermedades son consideradas las dos principales causas de ceguera en el mundo. A continuación, algunos avances de la tecnología que permiten que hoy muchas personas puedan enfrentar las cataratas y glaucoma con saldo a favor.
CIRUGÍAS
Gracias a los avances de la ciencia, es muy fácil tratar las cataratas. La operación demora unos 30 minutos y le permitirá al paciente recuperar la visión perdida. Primero, se realiza una incisión muy pequeña, de 2.2 mm, y por medio de ultrasonido se puede absorber la opacidad, que es la catarata. Por la misma incisión se introduce un lente intraocular para corregir la visión del paciente.
“Tenemos ahora diferentes lentes intraoculares, solo para lejos, para lejos y cerca (que se llaman multifocales) y el último, que es para lejos, intermedio y cerca (que se llaman trifocales). También existe la opción de realizar la catarata con láser llamada femtosegundo, con la máquina Ziemer Z8”, señala Juan Carlos Izquierdo Villavicencio, especialista del Instituto de Ojos OftalmoSalud.
En el caso del glaucoma, se usa un procedimiento láser y cirugía especializada para controlar y disminuir su avance progresivo. “Hay tratamientos con nuevas drogas que le permite al paciente comodidad y mayor neuroprotección, también existen implantes de drenaje subconjuntivales y, además, cirugía mínimamente invasiva”, explica Verónica Talavera, directora ejecutiva de Clínica de Ojos Opeluce. Agrega que si bien el glaucoma puede tratarse, aún no se encuentra una cura definitiva.