Durante el terremoto en México de la noche del jueves, el cielo se iluminó con varios destellos de luz. (Foto: AP)
Durante el terremoto en México de la noche del jueves, el cielo se iluminó con varios destellos de luz. (Foto: AP)
Redacción EC

Durante el terremoto en México de la noche del jueves, el cielo se iluminó con varios destellos, similares a los que se vieron en el cielo de Ica y Lima en el terremoto de Pisco de agosto de 2007. A diferencia de lo que en redes sociales y en las calles se creyó, no eran ni ovnis ni 'anuncios apocalípticos', se trataba de triboluminiscencia, un raro fenómeno que se produce durante un sismo, explicó el sitio en Pictoline.

El basalto y el gabro, rocas de la corteza terrestre, tienen pequeñas imperfecciones en sus cristales que reaccionan a la fricción entre ellas producida por ondas sísmicas. El golpe de las rocas libera sus cargas eléctricas, las cuales se juntan y salen a la superficie a gran velocidad apareciendo en el aire como descargas eléctricas y luz. Y eso eran las luces que se vieron en México en el terremoto del jueves.

El fenómeno también es conocido como 'luces de terremoto', según "National Geographic". Durante mucho tiempo se creyó que eran ovnis, pero científicos explicaron que son luces causadas por las propiedades eléctricas de ciertas rocas en entornos específicos. Pueden tomar muchas formas y colores, según explica Friedemann Freund, profesor adjunto de física en la Universidad Estatal de San José e investigador principal en el Centro de Investigación Ames de la NASA.

Las formas más comunes de estos destellos son las llamas azuladas que parecen salir del suelo; los relámpagos de bolas que flotan en el aire durante algunos segundos; y destellos rápidos de luz brillante que parecen rayos regulares, aunque algunos parecen salir de la tierra y logran estirarse hasta 200 metros.

"En el pasado, la gente a menudo lo interpretaba [las luces de terremoto] en términos religiosos, y en tiempos modernos pensaban en los ovnis, aunque hay una explicación física completamente racional en la que estamos trabajando", dijo Freund.

Durante los últimos años se han propuesto diferentes teorías sobre cómo se forman las luces durante un terremoto. En algún momento se creyó que era la interrupción del campo magnético de la Tierra por el estrés tectónico o el llamado efecto piezoeléctrico -rocas portadoras de cuarzo que producen voltaje cuando se comprimen de cierta forma-. Pero Freund y sus compañeros de investigación explicaron que el origen es sí en ciertas rocas, pero por la liberación de su carga eléctrica.

"Las cargas pueden combinarse y formar una especie de estado similar al plasma, que puede viajar a velocidades muy altas y estallar en la superficie para hacer descargas eléctricas en el aire", dijo Freund. Estas descargas son las luces que se observan durante los terremotos.

Para que las descargas se produzcan se necesitan de condiciones adecuadas, las mismas que están presentes en solo el 0,5 por ciento de los terremotos de todo el mundo. Parecen ser más comunes en Italia, Grecia, Francia, Alemania, China y partes de América del Sur, aunque se han observado en Japón, América del Norte y otros lugares. Y pueden ocurrir desde semanas antes del sismo hasta el momento mismo del movimiento telúrico.

El tiempo de anticipación con el que aparecen hacen creer que se puede trabajar en un método de predicción de terremotos al ser las luces un indicador de que podría haber un temblor. Aunque investigadores son cautos al decir que se trataría de un sistema de "predicción", pues esto implicaría una gran precisión en el diagnóstico, algo que las luces por su naturaleza rara no pueden ofrecer.

"Las luces de terremoto probablemente no serán de mucha ayuda con la predicción de terremotos porque no parecen ser reportadas con tanta frecuencia", dice Bruce Presgrave, un geofísico del Centro Nacional de Información sobre Terremotos de la US Geological Survey.

EL DATO
Relatos históricos revelan que estas luces fueron vistas al menos desde el año 1600. En 1811 y 1812 unas luces precedieron a los devastadores terremotos de New Madrid en Missouri. En 1906, la gente reportó un tenue arco iris de luz antes del 'gran terremoto' de San Francisco. En 1988, un globo de luz púrpura apareció a lo largo del río San Lorenzo, en Qúebec, antes de un poderoso sismo. Y en 2009, la gente vio llamas de luz sobre una calle de piedra antes del sismo en L'Aquila, Italia.

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