Aprende a respirar bien siguiendo estos consejos - 3
Aprende a respirar bien siguiendo estos consejos - 3

Respirar es algo natural. Nuestro cuerpo lo hace 24 horas al día y 7 días a la semana. Sin siquiera pensarlo. Por tanto: qué sentido tiene hablar de respirar bien. Pues te sorprenderá saber que hay momentos en el que no lo hacemos de la manera correcta por tenemos una postura errónea o tenemos malos hábitos como fumar o beber en exceso. 

¿Por qué es vital repirar bien?  Porque este acto físico abastece de oxígeno al cerebro, la sangre y, en general, a cada uno de nuestros tejidos mediante dos etapas llamadas inspiración y espiración.

¿En qué consiste respirar bien?

1. Hacerlo de forma lenta y profunda.

2. Inhalar el aire por la nariz y exhalarlo por la boca.

3. Saber que es mejor respirar hinchando la barriga en vez del tórax, para que el diafragma descienda y se absorba la mayor cantidad de aire con el mínimo esfuerzo.

4. Tener en cuenta que la espiración debe ser siempre más prolongada que la inspiración, ya que es la fase en la que se eliminan los gases y residuos que no necesitamos.

¿Qué lograré?

1. Reducir tensiones musculares y estar más relajada.

2. Tener una piel mucho más suave, porque mejora el rejuvenecimiento celular.

3. Mayor sensación de energía y vitalidad.

4. Incrementar la capacidad del aparato digestivo.

5. Gozar de un mejor sueño.

6. Favorecer la concentración.

7. Mejorar la eliminación de toxinas.

8. Ayudar a quemar grasa.

(Foto: Shutterstock)

(Foto: Shutterstock)

¿Qué pasa cuando no respiras bien?

Los malos hábitos, estar constantemente encorvadas, tener una mala técnica de respiración y una mínima capacidad respiratoria pueden ocasionar:

1. Frecuente sensación de somnolencia, cansancio o dolor de cabeza

2. Disminución de la circulación sanguínea y mayor esfuerzo del corazón para enviar oxígeno

3. Mayor acumulación de toxinas en el cuerpo

4. Dificultad para hacer el metabolismo con normalidad. Digestión más pesada

5. Menor rejuvenecimiento de la piel

6. Problemas para conciliar el sueño por falta de aliento.

Cómo respirar bien en situaciones cotidianas

Al salir a correr. Mantén en todo momento la espalda erguida, el pecho levantado y la mirada al frente, nunca al piso. Mientras mantienes esa postura, lleva a cabo una respiración acorde al ritmo de cada pisada, inhalando por la nariz y exhalando por la boca.

Al hacer ejercicio con pesas. Si vas al gimnasio y realizas esta actividad como parte de tu rutina deportiva, lo aconsejable es que exhales cuando realices el mayor esfuerzo (fase de contracción), es decir, cuando levantas las pesas, e inhalar cuando las bajas (fase de relajación).

Cuando estés tensa o ansiosa. Estira tu cuerpo. Hacerlo ayudará a que tu respiración se amplíe, favoreciendo la ventilación del organismo. La respiración debe ser más lenta y regular para que desciendan el ritmo cardiaco, la tensión  sanguínea y la tensión muscular.

Durante el embarazo. En esta etapa se deben ejecutar ejercicios respiratorios controlados, como la respiración abdominal (en la que se hincha el vientre), respiración torácica (que consiste en movilizar el aire a la parte baja de las costillas sin llevarlo al abdomen) y respiración soplido (inspiración nasal lenta dirigida al diafragma que expulsa aire al soplar).

Durante un encuentro sexual. No tiene nada de malo si aceleran la respiración mientras acompañan la intensidad de sus movimientos, pero si lo que quieren es que el acto sexual se prolongue, conviene dejar de inhalar y exhalar superficialmente para hacerlo de manera más profunda, lenta y coordinada a la vez. Si ejecutan bien la respiración, el acto sexual no deberá ser un trabajo que los deje agotados y adoloridos al terminar, sino más bien relajados.

 (Foto: Shutterstock)

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Un llamado de prevención

¿Sientes que haces mucho esfuerzo cada vez que llenas de aire tus pulmones? Cuando respiras, ¿tienes que hacerlo exageradamente porque de otra forma sientes que el oxígeno no ingresa en tu cuerpo? Autoevalúate y responde si los hábitos que sigues repercuten de forma negativa o positiva en tu salud.

Fumar: Daña nuestros pulmones, haciendo que envejezcan y se deterioren más rápido.

Abandonar la vida sedentaria: Practicar deporte ayuda a mejorar la función pulmonar.

Permanecer todo el día en ambientes cerrados: Evita tomar suficiente oxígeno para una respiración adecuada.

Comer de forma balanceada: Lo correcto es la ingesta de frutas y verduras frescas, en lugar de grasas, dulces y carbohidratos en exceso.

Ir de paseo cada vez que puedas: Prioriza la visita a lugares abiertos, como el campo y la playa, donde se logra respirar oxígeno puro, con índices más bajos de contaminación.

Beber agua: Siempre y cuando no tengas alguna restricción médica que indique lo contrario.

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