Desde su aparición, la primera página de El Comercio tuvo una característica peculiar, que lo distinguía de otros diarios del momento. En ella se reflejaba el movimiento comercial y marítimo de la capital, mientras la cobertura noticiosa se ubicaba en las siguientes páginas. En 1839 la salida y llegada de los vapores en el Callao, qué productos vendía la “botica inglesa” o quien estaba alquilando calesas eran los avisos que copaban la página inicial del periódico. Pero la fuerza de la noticia con los años conquistó espacios, y en un momento el Diario tuvo que buscar una alternativa. Así nació El Comercio de la tarde, edición vespertina que sí colocaba información en su primera página. La edición de la mañana continuó con avisos comerciales en la tapa.
Sin embargo, esta fórmula, que funcionó en el siglo XIX y principios del XX, experimentó una transformación radical el 4 de mayo de 1959. A partir de ese día las principales noticias nacionales y mundiales “saltaron” a la primera plana. En una época en donde la información había adquirido un indiscutible protagonismo, este cambio fue una necesidad impostergable.Desde esa fecha hasta hoy, hemos podido observar portadas memorables, que no solo por la trascendencia del suceso, sino por el diseño o la presentación, han permanecido en la memoria de nuestros lectores. “Asesinan a Kennedy” fue el encabezamiento de la primera página el 23 de noviembre de 1963. “Terremoto en el norte”, se lee en la portada del 1 de junio de 1970, informando sobre el sismo que enlutó al Perú el día anterior. “Día de infamia…” fue el gran titular de primera plana que se publicó el 12 de setiembre de 2001, con motivo del ataque terrorista sobre las Torres Gemelas y el Pentágono.
Es muy recordada también la tapa del Decano que tituló “Y el hombre pisó la Luna”, del 21 de julio de 1969. Más cercanas son las primeras planas del siglo XXI, que han marcado hechos significativos para nuestro país: “Peruano universal” rezó la página principal de El Comercio el 8 de octubre de 2010. Mario Vargas Llosa había obtenido el Premio Nobel de Literatura. Y, quizás una de las últimas portadas que se evoca con mayor cariño es la que se publicó por la clasificación a Rusia 2018. La portada parece explotar de alegría con una sola palabra: “¡Mundialistas!”, que resumía el logro deportivo anhelado por toda la hinchada. En 180 años de vida son infinitas las primeras planas que se guardan en el Archivo de El Comercio, las cuales fueron digitalizadas en los últimos años para conservarlas y compartirlas con nuestros seguidores.