Un peculiar edificio está a punto de construirse en la ciudad de Shenzhen, en China. En realidad, se trata de dos torres vinculadas entre sí, cuyo diseño se inspira en el estudio de los genes y el ADN.
iCarbonX es una compañía de inteligencia genómica que hace unos meses convocó a un concurso para diseñar su nueva sede. La propuesta ganadora resultó la del estudio Steven Holl Architects.
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La estructura se divide así: la primera torre “Cuerpo A” forma un componente residencial, y la segunda torre, “Cuerpo B”, contiene oficinas, laboratorios y espacios públicos de recepción. Cada una mide 150 y 200 metros de altura, respectivamente.
Un muro cortina de vidrio fritado con niveles variables de translucidez proporciona una sombra a la medida de las condiciones de luz y exposición del edificio. La geometría curvilínea conforma el espacio público a nivel del suelo con jardines de agua y una piscina.
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