Por Keny Feijoo
Hoy en día, es posible aportar al cuidado de la naturaleza a través de la decoración y la arquitectura. El arquitecto Rafael Moya, de Hábitat Indoors, asegura que una vivienda sostenible no significa un gran gasto; al contrario, se puede conseguir al integrar los elementos existentes y comunes, como la piedra natural o el adobe.
La idea principal es utilizar los materiales que no signifiquen un gasto excesivo de energía ni generen residuos imposibles de recuperar. En la lista de los elementos de menor impacto ambiental se encuentran: el concreto, el cristal y la madera certificada de los bosques sostenibles. Los productos que debería evitar son: el aluminio, el caucho y todos los derivados del petróleo.
Según explica Rafael Alvarado, arquitecto del paisaje, del estudio Escape, puede tener una vivienda sostenible si enfría un ambiente sin necesidad de recurrir a los sistemas de aire acondicionado o al evitar el uso de la madera procedente de los bosques no manejados.
UNA NUEVA OPORTUNIDAD
Las diseñadoras de Cuatro en un Baúl, recomiendan los ambientes que combinan los muebles restaurados y los objetos hechos con materiales reciclados o recuperados. “La idea es volver a darle vida al mobiliario y seguir manteniéndolo en el tiempo”.
La práctica del reciclaje o la recuperación permite reducir considerablemente la contaminación y ahorrar el consumo de los materiales. Además, los objetos antiguos poseen historias y crean espacios con personalidad.
Esta tendencia es ampliamente utilizada en Europa, donde cada vez más se usa la materia prima de residuo para la confección de muebles y los elementos decorativos.
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