En Londres, encontrar un mendigo en la puerta de tu edificio parece ser un problema común y corriente. Ante esta situación, diversos residentes han optado por una medida bastante controvertida: instalar “trampas” en los ingresos de sus viviendas.
Estos dispostivos constan de clavos de metal diseñados para impedir que los pordioseros o “homeless” (como se les conoce en inglés) duerman en los ingresos y vestíbulos de los edificios londinenses, según reporta el diario The Mirror.
La medida ha sido catalogada rápidamente como “inhumana” por diversos colectivos de la capital inglesa, quienes han logrado juntar casi 130.000 firmas para solicitar a las autoridades que obliguen el retiro inmediato de este dispositivo.
“Deberíamos estar ofreciendo a los mendigos un apoyo práctico y emocional para que salgan de esa situación. No tenemos por qué estar enviando el mensaje de que son plagas que deben ser exterminadas”, explica un portavoz de la iniciativa en contra de estas espigas de metal.