Liam Hopkins, para la empresa Lazerian, ha realizado una sorprendente colección de cinco esculturas hechas con una gran cantidad de pelotas de ping pong.
El artista simplemente utilizó las pelotas de ping pong tamaño estándar y un pegamento caliente para poder unirlas. Liam Hopkins trata de relacionar este deporte con situaciones del mundo actual en el que vivimos.
La colección consta de cinco esculturas: una cámara de televisión, una píldora, una mano, un martillo y una tetera. Cada una de ellas tiene un significado especial.