Las perlas siempre han sido símbolo de belleza, elegancia y lujo entre las mujeres. Para la artista Ann Carrington no todo es hermosura detrás de las refinadas pulseras, aretes y collares.
Ella esculpió dos galeones con cientos de piezas de joyería desechadas para mostrar la realidad de estos “eternos” adornos. Su inspiración fueron las fábricas chinas de la provincia de Zhujiang, conocida por elaborar miles de objetos con perlas y restándole a esas alhajas el concepto elitista que encierra.
No todo lo que brilla es oro es la consigna de Carrington en su trabajo que puedes apreciar mejor en esta galería.