Convencido de que lo que le pasara a la Isla de Pascua le sucedería al planeta entero, el comandante Jacques Cousteau soñaba con reforestar Rapa Nui, su nombre en la legua local, un proyecto que la fundación que lleva su nombre y el Gobierno de Chile harán realidad.
Actualmente, los recursos naturales, terrestres y marítimos de la isla están en grave peligro debido a que más del 90% de su superficie se encuentra afectada por algún grado de erosión, explica el director de la Corporación Forestal de Chile (Conaf), Eduardo Vial.
Además, menos de un 5 % de la superficie total tiene cobertura arbórea, lo que ha supuesto una gran pérdida de la biodiversidad debido a la extinción de numerosas especies nativas y endémicas de gran valor agrícola, ambiental y medicinal.
HISTÓRICA INICIATIVA Luego de realizar un viaje 1976 a esta isla polinesia, conocida mundialmente por sus moáis, las gigantescas estatuas que circundan la costa, el famoso explorador francés quedó fascinado por la belleza natural del lugar, pero también se percató del peligro que suponía la erosión que lo afectaba. En 2010, cuando se cumplió el centenario del nacimiento de Costeau, la familia envió una carta al gobierno chileno recordando el sueño de Costueau de reforestar la Isla de Pascua.
Esta semana, la Conaf y la Sociedad Cousteau firmaron un convenio para realizar el proyecto, que busca el rescate de 1.400 hectáreas, y fomentar el interés por la recuperación de los suelos entre los 5.000 habitantes y los 67.000 turistas que la visitan anualmente.
Desde el siglo XIX, la expansión del cultivo y la explotación forestal, así como la ganadería, han reducido la mayor parte de la isla a un extenso terreno de pastoreo, lo que contribuye aún más a la erosión del suelo.
La gestión sostenible del patrimonio cultural de Rapa Nui es vital para la actividad económica fundamental de los isleños, el turismo. Afortunadamente, los sectores más erosionados están alejados las zonas turísticas.