El Bayern hizo todo bien hasta la puerta del área. Tocó, presionó, manejó el balón a su antojo, pero de ahí en adelante no encontró el momento preciso para derribar al Manchester. Por fuera o por dentro, el balón siempre terminó siendo despejado por un defensor rojo. Por más que movió la pelota, el equipo bávaro no tuvo pegada. Salvo algunos remates de Robben, esos que hace cuando va por derecha y se perfila para la zurda, el equipo de Guardiola no asustó a De Gea. Todo terminaría 1-1 en Old Trafford.
Manchester se dejó dominar. No ejerció presión sobre la volante del Bayern, menos sobre sus defensas. Moyes sabía que la tónica del partido sería así. Los de Múnich dominando, y los suyos esperando por un error, para contragolpear. De hecho, fue así que llegó la opción más clara del primer tiempo para los locales. Rooney recuperó un balón en el medio campo y soltó rápido, fuerte y preciso para Welbeck. El delantero inglés se puso nervioso ante la salida de Neuer. Intentó colgarlo, la ejecucción fue mala y terminó desperdiciando una clara ocasión.
La segunda mitad fue más pareja. El Manchester se animó un poquito más y no le cedió tanto terreno y balón al Bayern. Valencia comenzó a complicar por el sector derecho con su velocidad, lo mismo que Kagawa (quien ingresó por un tímido Giggs) por izquierda. Rooney tomó mayor protagonismo por el medio y los diablos rojos comenzaron a asomarse más al área de Neuer. Luego de un tiro de esquina, apareció Vidic sin marca alguna para golpear el balón de cabeza y abrir el marcador en Old Trafford. Un Old Trafford que estalló de alegría porque sabía lo duro que iba a ser el Bayern.
Los de Guardiola no cambiaron su juego. Siguieron a lo suyo, pero esta vez una buena combinación en las inmediaciones del área terminó abriendo la defensa del Manchester, tan bien aferrada hasta ese momento. Fue Schweinsteiger el que apareció por el medio para rematar de zurda y batir así al arquero español De Gea. Empató el Bayern y de alguna manera se relajó. No hubo mayor presión, solo uno que otro ataque sin mayor peligro.
Claro, el resultado es bueno para los bávaros. En su estadio, con su gente, intentarán arrollar a un United que está un peldaño más bajo que ellos. Se nota en el estilo de juego, en la composición del equipo. El Bayern tiene todo más claro, aunque necesita mejorar en las ejecuciones de ataque. Manchester es un equipo desordenado en ataque, con buenas individualidades, pero que todavía no encuentra el rumbo. Los bávaros son claros favoritos.
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