Por: Kenyi Peña AndradeMohamed Salah, es el jugador más peligroso que tiene el Liverpool para vulnerar el arco defendido (magníficamente) por Keylor Navas, en la final de la Champions League. Lo justifican sus 44 goles en la presente temporada; la espléndida forma física que muestra a sus 25 años y esa capacidad para devorarse los espacios - que les otorgan sus rivales- en ataque con su juego vertical. Sin embargo, estas tres estadísticas puntuales juegan en su contra para el duelo en Kiev:
1) La hinchada de los 'Reds' y, gran parte del periodismo, ve como una gran posibilidad que el egipcio marque en la gran final. Pero, desde el 2013, cuando jugaba por el modesto Basilea, Salah no le marca a un equipo grande de Europa (esa vez le marcó al Chelsea) en la Liga de Campeones. Ni en el mismo Chelsea, ni en la Roma y menos con el Liverpool. Le marcó al Manchester City en esta edición, sí es verdad, pero los ingleses aún no ganan la 'Orejona'. Y, más allá de tener a Pep Guardiola en el banquillo, levantar la Premier y ganar protagonismo europeo en los últimos años, todavía no se les puede colocar el cartel de: 'gigante europeo'.
2) Otro tema preocupante para Salah, es que no le fue nada bien cuando enfrentó a los merengues. Dos veces lo hizo y en ambas se fue derrotado. Por si fuera poco, tampoco le pudo marcar. Mohamed es un rompe redes, pero la del Madrid aún se resiste a ser conquistada por el 'Faraón'.
3) Ahora, abramos los fascículos de la historia del cuadro blanco a lo largo de los años. Lea detenidamente y, no, no es que se le haya pasado algún capítulo: ningún jugador egipcio le ha marcado al Madrid. Es cierto que, al final de cuentas, las estadísticas están para romperse. Los jugadores de élite lo hacen, depende de Salah demostrar que puede ganarse ese galón. Qué mejor que en una final de la Champions.