Todo tiene un límite, y en el caso del Santos la paciencia se agotó después de seis meses. El club brasileño anunció ayer lo que todo el mundo intuía: Christian Cueva no seguirá siendo parte de su plantel.
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El encargado del anuncio fue Paulo Autuori, un viejo conocido en nuestro fútbol que hoy cumple las funciones de director deportivo del ‘Peixe’. “Sampaoli ya ha hablado con Cueva y [el costarricense Bryan] Ruiz y les ha contado la realidad”, comentó el exentrenador de la selección peruana.
Si bien Sampaoli siempre fue un defensor del volante de 27 años, el bajísimo rendimiento del peruano no le ha dejado otra opción que prescindir de sus servicios. “Existen propuestas pero tenemos que ver qué es lo mejor para el club.”, puntualizó Autuori.
Hace solo medio año el Santos pagaba US$7 millones al Krasnodar de Rusia para convertir a Cueva en su segundo refuerzo más caro en la historia (Leandro Damiao costó US$11,5 millones). Ahora la intención es recuperar esa inversión en una futura venta.
Idas y vueltas–
La carrera del mediocampista ha estado llena de altibajos. Mientras que en la selección era un indiscutido para Ricardo Gareca, en sus clubes la historia era otra. En el Krasnodar también duró medio año, luego de que su paso por el Sao Paulo parecía ser el preludio de una estabilidad en su trayectoria después de dos temporadas en la institución paulista. Ahí había llegado tras 12 meses en el Toluca de México (2015-16), un año en Alianza Lima (2014-15) y una temporada en el Rayo Vallecano de España (2013-14). Ello borraba sus efímeros pasos por Unión Española de Chile (6 meses en el 2013) y César Vallejo (media temporada en el 2012), tras su arranque en la Universidad San Martín.
“Para nosotros es muy importante que sea muy bueno dentro y fuera del campo. Ser un jugador de la selección es un todo”, explicó Ricardo Gareca a UOL Esporte de Brasil.
También para el técnico de la selección todo tiene un límite. Y Christian Cueva está lejos de esa línea de conducta que lo dejaría fuera de la Blanquirroja. Ni Rusia 2018 ni el segundo lugar en la Copa América le han ofrecido la madurez para terminar con esa riesgosa inconstancia que ha embriagado su carrera.