Marta Vieira da Silva -o simplemente Marta- es una de las máximas referentes del fútbol femenino brasileño y global. Tras ser elegida en seis ocasiones como la mejor futbolista del mundo, incluida la última edición en el 2018, se ha ganado a pulso el título de leyenda.
Por otro lado, Luka Modric fue fundamental en la histórica campaña que llevó a la selección de Croacia hasta la final del Mundial Rusia 2018. Estrella en el Real Madrid y pieza clave en las tres Champions League consecutivas que consiguió la Casa Blanca. Reconocido como el mejor futbolista en el 2018. Otra leyenda, no queda duda.
Ambos tienen 33 años. En la temporada 2018/2019, Marta ha jugado 2.394 minutos con los colores de Brasil y del Orlando Pride de la NWSL (la liga de fútbol femenina de EE.UU.). Modric representó por 4.934 minutos en el campo a Croacia y al Real Madrid.
Marta gana US$400 mil anuales. Modric obtiene la misma cantidad en dos semanas. Al año, el '1o' madridista recibe US$12,2 millones.
Pasemos a otro ejemplo. En junio del año pasado, Forbes publicó su ránking anual de los 100 deportistas mejor pagados del mundo. Por primera vez desde el 2012 -cuando la lista comenzó a ser publicada bajo ese formato- no apareció ni una mujer.
Serena Williams, la atleta femenina que más dinero generó durante el año pasado (US$18 millones) quedó bastante lejos del número 100, el basquetbolista Nicolas Batum y sus 22,9 millones de dólares.
Ya que mencionamos el básquetbol, vayamos a la liga más rentable del mundo en este deporte. En Estados Unidos, la NBA ofrece un sueldo anual promedio de US$7,7 millones mientras que la WNBA (Asociación Nacional de Básquetbol Femenino, por sus siglas en inglés) paga US$78 mil por el mismo concepto.
Ahondemos un poco más. Según la más reciente Encuesta Global de Salarios Deportivos (GSSS 2018), Atlanta Hawks es el equipo que paga el sueldo promedio anual más bajo de la NBA: US$5,2 millones.
La WNBA reparte US$11,2 millones en los sueldos de todas las jugadoras de sus 12 equipos. Es decir, un solo jugador promedio de la NBA gana anualmente cerca de la mitad del presupuesto salarial de toda la WNBA.
Con la siguiente calculadora podrá hacerse una mejor idea de la diferencia salarial que hay entre hombres y mujeres en diferentes deportes.
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-¿Cómo estamos en el Perú?-
En el caso peruano escogimos dos de los deportes más populares: el vóley y el fútbol. En el primer caso, podemos encontrar que las jugadoras de vóley reciben un sueldo promedio superior al de los hombres.
“Si ves un partido de la liga femenina te encontrarás con el coliseo lleno. En cambio, en el caso masculino, esto rara vez sucede”, explica Maria Alejandra Dioses, jugadora del Club Cultural Deportivo Géminis de la Liga Peruana de Vóley. “Creo que eso justifica la diferencia”.
Sin embargo, esta popularidad del vóley femenino no es común en la región, donde la versión masculina posee ligas mucho más poderosas y mejor remuneradas, especialmente en Argentina y Brasil. En el Perú, el enganche del espectador responde al recuerdo de equipos históricos, como el que participó de los Juegos Olímpicos de Seúl 1988.
En el fútbol, la realidad es dramáticamente diferente. Por un lado tenemos un campeonato masculino que -pese a tener terribles participaciones continentales a nivel de clubes- se vio gatillado por la clasificación de la selección nacional al Mundial de Rusia 2018. Por otro lado, existe un campeonato femenino semiamateur.
“Jugamos un aproximado de 16 equipos. Pero solo es un aproximado porque algunos se retiran u otros no alcanzan a completar el número de jugadores en canchas”, explica Luccina Aparicio, futbolista y periodista de ESPN.
El hecho de que la competencia no sea profesional también implica que no todas las jugadoras cobran un sueldo fijo.
“Hay algunos que te pagan solo los pasajes. Clubes como Sporting Cristal sí pagan de manera profesional. Y las ganancias fluctúan entre 300 y 400 soles”, detalla Aparicio.
La futbolista de la selección nacional y de Universitario de Deportes, Stephanie Vásquez, añade que en su club también han podido firmar contratos profesionales desde esta temporada.
La esperanza reside en los nuevos estatutos de Conmebol, que rigen a partir de este año y exigen que todos los equipos que presenten un equipo masculino profesional también cuenten con uno femenino.
-¿Cuánto vale el contrato de un deportista?-
Probablemente esta sea la pregunta más común y también la más difícil de responder. Como ejemplo utilicemos los millonarios contratos que año a año vemos en el fútbol mundial.
En realidad existe una infinidad de factores que determinarán el sueldo que ganará un futbolista, desde lo más básico como su edad, posición en el campo, promedio de goles, campeonatos ganados y si es seleccionado nacional o no, hasta cuál es el equipo que lo contrata, la liga en la que jugará o la habilidad que tenga su agente para promocionarlo y negociar el contrato.
Pero lo que marca la verdadera diferencia en las cifras es el retorno de inversión que generará ese jugador. Por ejemplo, en el último mercado de pases europeo, la Juventus pagó 105 millones de euros al Real Madrid por el traspaso de Cristiano Ronaldo.
En solo 24 horas la tienda oficial vendió 500 mil camisetas con el dorsal 7 por Internet y 20 mil en tiendas físicas, recaudando unos 54 millones de euros. Si bien más del 90% de ese dinero va a las arcas de la marca que confeccionó las camisetas, queda demostrada la importancia del marketing en el mundo deportivo.
“El marketing, hoy por hoy, más que básico es indispensable para fichar a un jugador. Los clubes invierten en quienes ya tienen una imagen consolidada, no están para construir”, explica Eduardo Flores, director de la agencia de marketing deportivo Toque Fino, una empresa que dentro de sus servicios incluye la representación de deportistas.
Flores considera que la razón de la brecha salarial gira en torno a la exposición que tiene cada deporte y cada una de sus estrellas. “Por ejemplo, Ángela Leyva y Sofía Mulánovich generan buenos ingresos gracias a las marcas, pero evidentemente son menos casos que en los deportes masculinos”, dice.
-¿Por qué vemos más deportes masculinos?-
La exposición, tan determinante en el valor que tendrá el contrato de los deportistas, es altamente dependiente del número de espectadores que tiene cada evento.
En ese sentido, y usando al fútbol una vez más como ejemplo, el último mundial femenino Canadá 2015 tuvo una audiencia de 750 millones de televidentes. Un año antes de eso, en Brasil 2014, la FIFA contabilizó 3,2 mil millones.
Pero, ¿por qué vemos más deportes masculinos que femeninos?
Para la socióloga Noelia Chávez, la razón se encuentra en los roles socialmente impuestos a hombres y mujeres a través de la historia.
“En esos roles sociales las mujeres estamos más relacionadas al cuidado, por el tema de la maternidad. En cambio, a los hombres se les califica como proveedores, tienen que ser quienes deben competir, enfrentarse. Eso ocurrió históricamente y ocurre hasta el día de hoy”, explica.
“Incluso podemos ensayar que el deporte es una actividad originalmente griega, de culturas antiguas y guerreras, donde el valor de lo masculino era primordial. En ese escenario, los deportes eran juegos ritualizados donde se representaban determinadas competencias y se ensalzaban esas actitudes guerreras. Por eso el deporte en sus inicios fue una actividad masculina”, coincide el antropólogo y director de la carrera de Comunicación y Publicidad de la Universidad Científica del Sur, Raúl Castro.
Esta ventaja temporal ha permitido que la industria deportiva masculina se desarrolle mucho más que la femenina.
“Por eso, cuando se emplea el facilismo de decir que los hombres ganan más que las mujeres en el fútbol porque así es el mercado o porque a los ciudadanos les gusta más ver fútbol de hombres que de mujeres, deben saber que es más complejo que eso”, añade Chavez.
Esta brecha también se reflejaría en el espectáculo que ofrecen los deportes masculinos frente a los femeninos. “Todo está asociado a la espectacularidad del juego. En la medida que las versiones femeninas brinden mayor espectacularidad, van a aumentar los ingresos. El cine es un buen paralelo a eso, donde las actrices poco a poco están empezando a cotizar como los varones. Confío en que veremos un cambio a mediano plazo”, explica Castro.
“Algunos dirán que ven que los niños juegan mejor al fútbol que las niñas, pero cómo esperan que ellas lo hagan si por mucho tiempo ni siquiera las dejaban practicarlo. Se solía decir que los niños jugaban fútbol y las niñas voley”, añade Chavez. “Hay que empezar a romper los estereotipos de género para buscar la igualdad y brindarnos a todos y todas las mismas oportunidades”.
En resumen, para que la brecha salarial se cierre, el nivel de espectáculo y juego debe asemejarse entre los deportes femeninos y masculinos. Para lograrlo, a la vez, es necesario dejar de pensar en el género como factor determinante para practicar un deporte.