Veinte años atrás Sabine Kehm tenía una muy escasa idea de lo que era la Fórmula 1 y apenas había cambiado palabras con Michael Schumacher. Hoy, dos décadas más tarde, es la incansable mujer sobre la que descansa la enorme presión mediática internacional tras el grave accidente del siete veces campeón mundial.
Kehm voló durante más de diez años por todo el mundo junto al alemán. Se ocupaba de canalizar el interés de los medios, de organizar entrevistas, ruedas de prensa y presentaciones públicas. Más tarde se convirtió ya en mánager del piloto más exitoso de todos los tiempos y se mudó de Frankfurt a Suiza para estar cerca de la residencia de los Schumacher. Con el tiempo, una estrecha amistad comenzó a unir a Kehm y a la familia del ex Ferrari.
Pero hoy las cosas son distintas: pese al dolor que sin dudas siente, Kehm es la encargada de responder junto a los médicos de la Clínica Universitaria de Grenoble, en la que desde el domingo Schumacher lucha por su vida, a las múltiples preguntas de los periodistas.
Y todo está milimetrado, nada que no se haya discutido y acordado previamente es dicho a la prensa durante las ruedas de prensa que se generan en la ciudad francesa. De eso se ocupa Kehm, que en sus inicios como periodista siguió con intensidad el circuito de tenis.
PIDE RESPETO A LA FAMILIANo hay posibilidad de penetrar en la esfera privada de los Schumacher: aquel que lo intente se encontrará con un par de palabras bien claras y una mirada de hielo por parte de la rubia alemana. Kehm se fue haciendo dura, no había otro camino en un mundo como el de la Fórmula 1, dominado por los hombres.
“Valoramos mucho el trabajo de los medios, pero la esfera privada y los sentimientos de la familia deben ser respetados”, dijo Kehm el día de Año Nuevo ante una nube de cámaras, fotógrafos y periodistas.
Cuán profundamente le toca la tragedia de Schumacher es algo que no se puede evaluar aún, pero desde aquella primera incursión de 1994 al circuito de Hockenheim hasta hoy hubo un gran cambio en la profesional y orgullosa periodista deportiva que era.
SCHUMACHER CONFÍA EN ELLAPasaron cinco años desde aquel 1994 y sonó el teléfono. Era 1999 y llamaba Willi Weber, en esos tiempos mánager de Schumacher. Antes de fin de año la ex periodista del “Süddeutsche Zeitung” se convirtió en miembro del clan del alemán.
Scchumacher confía en ella, en su instinto y su experiencia. “Que siempre haga lo que le sugiero ya es otro tema. Pero su política es decirme: ‘Este es tu ámbito, de esto sabes más que yo, y si crees que debemos hacerlo así, entonces así lo haremos’”.
Fue así que en 2009 Kehm y Schumacher lograron ocultar las consecuencia del accidente de moto del piloto alemán. Recién cuando fracasó el regreso a Ferrari quedó claro que no había sido un percance menor.
Pocos fuera de la familia conocen a Schumacher tan bien como Kehm.
“Para muchos es un desconocido”, admitió la ex periodista en un libro que publicó en 2006 tras el primer retiro del alemán.
Cuatro años más tarde Schumacher regresó a los circuitos y cambió de mánager: Sabine Kehm tomaba el puesto de Willi Weber.
Tras tres temporadas poco exitosas y el consecuente retiro a fines de 2012, el interés por Schumacher se mantuvo y Kehm no dejó de tener trabajo, ya fuera por nuevos patrocinadores que surgían o por negociaciones para prolongar acuerdos ya existentes.
Schumacher tenía previsto celebrar mañana en la estación de esquí de Méribel con familiares y amigos su cumpleaños número 45. Pero la realidad es otra, el alemán atraviesa el momento más difícil de su vida. Y afuera de la habitación del hospital está Kehm para poner la cara ante el mundo.