El campeonato femenino de SmackDown seguirá en manos de Charlotte Flair, puesto que logró imponer condiciones sobre Ronda Rousey, luego de una intensa lucha que paralizó a todos los fanáticos presentes en el AT&T Stadium de Arlington, durante el primer día de competencia del WrestleMania 38.
Desde que saltaron al cuadrilátero, ambas combatientes no se guardaron nada y empezaron a intercambiar certeros golpes, momento en el cual aprovecharon para medir su resistencia. Había mucha emoción, puesto que ninguna establecía un dominio, sino que que la pelea se inclinaba de un lado para el otro en cuestión de segundos.
En la recta final del enfrentamiento, Charlotte Flair intentó subir a Ronda sobre las cuerdas, para realizar una acción aérea, pero tuvo que interrumpir su actividad. Rousey reaccionó y se abalanzó sobre su rival, haciéndola caer sobre la lona, y buscó de inmediato el conteo del árbitro. La historia parecía acabar.
Sin embargo, la vigente campeona femenina superó el complicado momento y trató de escapar dando golpes con el codo, aunque no cumplió su objetivo: recibió una patada en el rostro y fue derribada hasta en tres ocasiones. La aspirante al título estaba convencida de hacerse con el triunfo, hasta que fue impactada por el movimiento de lanza.
A pesar del gran combate, el resultado se vio empañado por un detalle polémico. Charlotte golpeó accidentalmente al juez y este perdió el conocimiento por unos segundos, en el preciso instante en el que Ronda Rousey lograba la rendición de la dueña del cinturón.
Al percatarse de ello, la peleadora y actriz buscó ayudar al árbitro, pero en ese mismo lapso de tiempo, Flair le propinó una patada en el rostro. Esta vez, el colegiado no tuvo problemas en realizar el conteo y determinar que la campeona de SmackDown seguirá reinando.