Yusra Mardini junto a su hermana, huyeron de su país natal debido a las guerras. En el camino para llegar a Grecia, atravesando el Mar Egeo, la embarcación donde se trasladaban junto a otros refugiados, se detuvo. Ambas se lanzaron al mar y empujaron el bote durante varias horas, logrando llegar a una isla cercana.
Yusra salvó la vida de 18 personas y tras ello, continuó con sus entrenamientos en Alemania en la lucha por no abandonar su sueño: ser nadadora. Tras todo lo ocurrido, Yusra participó en los Juegos Olímpicos Río 2016, y hoy con 23 años, lo hace nuevamente en Tokio 2020.
“Nadaba antes de aprender a andar. Aprendí desde muy pequeña que nadar es mi vía de escape en la vida”, dijo Yusra en una reciente entrevista, donde además recordaba cómo perdió su casa debido a las guerras en Siria.
“Había gente que no sabía nadar. No iba a quedarme sentada y a quejarme de que me iba a ahogar. Si me iba a ahogar, al menos lo haría habiéndome sentido orgullosa de mí y de mi hermana”, agregó Yusra rememorando el episodio junto a su hermana.
Los Juegos Olímpicos de Tokio acogerán, por segunda vez en la historia de la competición, a un Equipo Olímpico de Refugiados, que estará compuesto por 29 integrantes, una de ellas es Yusra.
Los deportistas de este equipo, a diferencia de los otros, desfilan detrás de la bandera olímpica. Si alguno de sus miembros gana medalla, es la famosa bandera de los cinco anillos la que se iza al son del himno olímpico.