No más fantasmas. Rafael Nadal venció hoy a Lukas Rosol en la segunda ronda de Wimbledon y cerró, finalmente, un capítulo que permanecía abierto entre él y el tenista checo. Y es que en el 2012, el número 120 del mundo (por aquel momento) remeció la previsibilidad del circuito profesional de tenis al eliminar al español en segunda ronda. El rendimiento de Rafa jugando sobre césped no volvió a ser el mismo. Hasta ahora.
Nadal se sacudió la sal y ganó la revancha en el mismo torneo, la misma cancha y la misma ronda. Aunque perdió el primer set, Rafa encontró su mejor ritmo y motivación tras el tiebreak del segundo parcial. El partido, finalmente, fue para el español por 3-1 (4-6, 7-6/6, 6-4 y 6-4). Rosol, ahora puesto 52 de la ATP, no pudo hacer nada a pesar de su gran servicio.
Puede que Nadal no acepte el significado que este triunfo tiene para él. Pero los hechos hablan por sí solos. Luego de perder ante Rosol en el 2012, Rafa debió dejar el tenis por siete meses a raíz de una lesión en la rodilla. Se pensó que quizás no podría volver a jugar. Ya de regreso en las canchas, Nadal fue eliminado de la edición 2013 de Wimbledon en primera ronda. Y este año tampoco pudo ganar en su debut sobre césped en el torneo de Halle. Recién hace unos días venció en la primera ronda del Grand Slam y se llevó su primer triunfo sobre hierba tras dos años. Lo de hoy ante Rosol confirma que la mala racha, o por lo menos la desconfianza, quedó atrás.
“Este es mi mejor nivel nivel en hierba en mucho tiempo”, dijo Nadal. Ahora, ya en la tercera fase de Wimbledon, Rafa enfrentará al kazajo Mikhail Kukushkin, número 63 del ránking ATP.