Dos propuestas se perfilaron durante la realización de la mesa Narcotráfico y Corrupción, que se desarrolló esta tarde durante la segunda jornada de la Conferencia Anual de Ejecutivos (CADE 2016).
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El general Raúl Salazar, exdirector de la Policía Nacional, inició su ponencia criticando la política actual que existe en torno al narcotráfico. “Es inefectiva e injusta, porque pone la responsabilidad del combate del narcotráfico en los países productores, dejando al margen a los consumidores”, afirmó.
Tras afirmar que el narcotráfico es fundamentalmente un problema económico, y que su poder reside en su condición de negocio ilegal, expresó que “si la cocaína fuera legal su rentabilidad debería ser similar a la de cualquier producto agrícola industrial, como por ejemplo el cacao o el Café”.
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En su opinión, para acabar con el narcotráfico el Perú debería considerar la legalidad de esta actividad. Si bien destacó que la experiencia con legalización de drogas es muy corta, expresó que la ONU debería establecer protocolos similares como los que ya existe con drogas legales como el tabaco.
Por su parte Carmen Masías, presidenta ejecutiva del Consejo Directivo de la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida), se mostró reacia a la propuesta de Salazar. “No creo que la legalización vaya a arreglar el problema ,tenemos que ver que esta pasando en lugares donde han legalizado la droga”, sostuvo.
Durante su participación citó el caso de Colorado, lugar donde a junio del 2016 se han registrado más emergencias pediátricas en niños por intoxicación con cannabis. “La salud se esta deteriorando con la legalización de la marihuana”, dijo. No obstante, no descartó que en base a evidencia se pueda usar esta sustancia con fines medicinales.
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Masías destacó el caso de Monzón, lugar donde en el que hasta hace unos años se cultivaban cerca de 12.000 hectáreas de coca. Actualmente el distrito tiene mas de 5.500 hectáreas de productos alternativas. “55 caseríos han dejado la coca, hoy día hay conectividad, hay café, hay cacao”, precisó.
La jefa de Devida exhortó a los empresarios a comprar más productos peruanos, y al Estado a destinar mayores recursos, para contar con equipos consolidados de ingenieros agrónomos, psicólogos, que realicen un seguimiento de las zonas afectadas por el narcotráfico.
“El problema no es solamente económico, es un cambio ético, cultural, un cambio de mentalidad. La pobreza en Monzón se ha reducido en un 20% en tres años. Esto no es una cuestión de un día, de años, es un proceso, pero también de compromiso”, argumentó.
Por último dijo que es necesario trabajar en la prevención, y tener una mirada integral del problema. Evaluar mejor a los policías que irán a dichas zonas, y tener una mayor supervisión para que la corrupción no florezca de la mano del narcotráfico.