Cada vez son más las compañías en nuestro país que ponen el foco en la importancia de innovar, ya sea para aplicar este concepto en productos o procesos, o por el simple hecho de empezar a reconocer la innovación. Es por ello que, en el décimo primer foro “Liderazgo empresarial basado en la innovación”, que forma parte de los CEO Leadership Forums organizados por El Comercio y El Dorado Investments, se abordó este tema de la mano de cinco ejecutivos, quienes compartieron los avances que vienen implementando.
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Durante la conversación moderada por Melvin Escudero –CEO de El Dorado Investments–, se resaltó como un punto clave que los diversos sectores reconozcan a qué público apuntan antes de implementar algo disruptivo.
Melvin Escudero (ME): Si nos adentramos en el aspecto de gestión estratégica de una empresa, es claro que un CEO o ejecutivo debe priorizar su propio tiempo. Y aun en un mundo hiperconectado, la semana tiene siete días y 24 horas. ¿Cuánto tiempo le dedican a la tecnología y a la innovación?
José Luis Camere (JC): [Desde HP] el enfoque es que trabajamos, respiramos y vivimos con tecnología todos los días. Participamos activamente en tres industrias y tenemos que la impresión 3D es la más innovadora y está en la etapa de introducción al mercado […]. Con ello en mente, hemos elaborado videos para que nuestros empleados sepan qué estamos haciendo y que estén activamente conectados con los avances que realizamos. Tratamos de llevar esta revolución hacia nuestros pares, para que puedan digerir esta tecnología y reconocer cómo va a impactar en el desarrollo.
Eduardo Eiger (EE): Por semana, hay uno o dos comités donde conversamos de innovación, y desde mi punto de vista, innovar es también estar en el campo y vivir la vida real. Se aprende mucho cuando uno se acerca a los consumidores y a los clientes, porque muchas innovaciones salen de las propias personas.
Hernán Carranza (HC): Yo dedico 100% de mi tiempo a innovación, y creo que los gerentes generales y los CEO de Intercorp tienen que dedicar una parte importante a esta materia. La cantidad, claro, va a depender de cada uno. Pero me impresionó lo que dijo Eduardo [Eiger] sobre la importancia de escuchar al usuario más que saber de tecnología, porque esas son las empresas que están liderando. En Intercorp tenemos seis características que pensamos que toda corporación debe tener para innovar, y la segunda es ‘looking out’. Esto significa estar siempre viendo tendencias, pero sobre todo, fijarse en qué nos están pidiendo los usuarios; son las dos caras de la moneda.
ME: Cuéntennos cuáles son las principales iniciativas de innovación en sus empresas y de qué manera las abordan.
Rosario Bazán (RB): Siempre estamos retados a generar productos innovadores para extender el ciclo de vida de nuestros productos y darle sostenibilidad a la empresa. Desde Danper, empezamos como monoproductores de espárragos y hemos ido diversificando nuestra canasta de productos, con lo cual hemos notado que están resaltando aquellos de valor añadido, a partir del conocimiento que manejamos de nuestros consumidores. Entendimos que en Estados Unidos, Asia y Europa aprecian las salsas hechas de manera natural, sin preservantes, y esto nos llevó a enfocarnos en nuestra eficiencia perdida: por día, producimos 150 millones de kilos de alcachofas, pero al procesarlas también se pierde parte de la pulpa y las hojas. A través de la innovación, le estamos dando valor a esas partes al convertirlas en salsas que tanto llaman la atención de nuestros clientes.
Mariana Costa (MC): Nuestro producto core es el concepto de Laboratoria, que es bastante disruptivo en el mercado en que estamos. Ahí nos dimos cuenta de que era difícil encontrar talento para todo el tema digital; que era escaso y enteramente masculino. Vimos el potencial enorme que había para crear algo distinto. También reconocimos que la educación tradicional se ha separado enormemente de las necesidades empresariales, y así surgió nuestra idea central de formar a desarrolladoras web.
Otra innovación grande fue cómo colocamos el talento. Necesitábamos ofrecerle a las empresas empleadoras experiencias mucho más profundas, con lo cual nació el ‘talent fest’, que consiste en un hackatlón donde las firmas ven de cerca cómo reaccionan nuestras estudiantes y aprecian más de cerca el talento que requieren.
ME: José Luis, tú hablabas de tres líneas de productos y todo indica que lo más disruptivo es el tema de la impresión 3D. ¿Nos puedes explicar cómo una empresa en el Perú puede implementar un producto de esta índole? JC: […] El 3D es lo que viene a continuación. ¿Qué ofrece esta tecnología? Hoy en día, cuando una empresa tiene que fabricar algo, lo hace en un método que es de desgaste. Por ejemplo: para hacer puertas, necesitas madera; para hacer llantas, necesitas caucho; en todos esos procesos hay merma explicada. Con la tecnología 3D, partes de la nada hasta el todo. Eso es lo más interesante de esto, porque se habla de que la máxima eficiencia que uno puede crear está en la medida en que uno, en su mente, pueda concebir cómo ahorrar tiempos y espacios en el proceso. Se requiere mucho menos espacio para construir con esta tecnología, y esto impacta directamente en los procesos industriales.
ME: Mariana, sabemos que el sector educación tiene una dinámica diferente, y en particular una start-up. ¿Ustedes han sentido algún impacto en sus procesos a raíz de la desaceleración económica? MC: Nosotros venimos de un nicho superdistinto, porque ofrecemos educación pero respondemos a la demanda por talento técnico y digital. Es un nicho bien particular y un sector que relativamente sigue siendo pequeño, pero está en crecimiento. Además, es el tipo de talento que las empresas necesitan cada vez más para impulsar sus procesos de transformación digital. […] Sí siento que algo que nos ha pasado es que nosotros llegamos a Arequipa porque, inicialmente, había intención de que sea un centro de software para el Perú; había empresas que empezaron a despegar y creo que esa promesa no se cumplió por falta del impulso adecuado. Por eso, Arequipa se ha vuelto para nosotros una ciudad muy pequeña y nos cuesta conseguir alumnos, porque el ecosistema no ha evolucionado y esa es una señal de lo centralizados que aún estamos en Lima cuando se trata de ver estos temas.
ME: ¿Qué pueden decirnos de las políticas de innovación y las tendencias más importantes que ven en sus negocios? ¿Cómo las van a enfrentar?EE: Creo que no debemos ver la tecnología como una amenaza. Por ejemplo, está el big data, que es uno de los avances más importantes en términos de recopilar información y cruzarla; y creo que también es importante reconocer que el mundo se va a centrar más en personalizar. Va a ser importante crear el concepto de una empresa para cada individuo, ver que cada uno tiene sus necesidades. Y en lo que es venta directa, va a ser vital generar engagement, motivar a nuestras consultoras, y lo estamos logrando a través de aplicaciones para mantenerlas conectadas. Estamos trabajando para ir a la par de lo que es la cuarta revolución industrial.
RB: Cada vez más, las clases medias de los países emergentes demandan productos saludables y aquí se presenta una gran oportunidad que estamos dispuestos a tomar. Destacan los productos orgánicos que todavía como país estamos muy rezagados para desarrollar de manera adecuada, porque es bastante complicado hacerlo en un espacio donde una serie de plagas se han hecho endémicas. Es muy difícil dejar de utilizar agroquímicos. Ahí se nos presenta el desafío de cómo desarrollar agricultura con el afán de tener productos orgánicos, y lo otro es la automatización, porque cada vez es más difícil disponer de personas para trabajos que requieren muchísima mano de obra. Son elementos importantes en los que tenemos que ir trabajando.
HC: Para mí, en un país como el Perú, lo que está cambiando con más fuerza es que cada vez más gente tiene un celular en el bolsillo. Ese es uno de los principales cambios y una tendencia hoy. Creo que todos los peruanos estamos accediendo a un supercomputador que nos da una enorme cantidad de poder, y por eso, ahora, cuando vemos las entrevistas laborales, notamos que es un ‘two way speech’ y el empleador ya no tiene todo el poder de la conversación, como sí ocurría antes. Creo que lo que hoy ha cambiando más al mundo es que todos tengamos acceso a emitir nuestra voz. Tratar de sacarle provecho a esa tendencia, que se viene concretando con especial énfasis durante los últimos 15 meses, es vital.
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