El Ejecutivo a través del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) dio a conocer el 10 de mayo las modificaciones del Impuesto Selectivo al Consumo (ISC) que se aplica en cinco industrias: combustibles, cigarrillos, bebidas azucaradas, bebidas alcohólicas y automóviles.
Para la consultora Macroconsult, la decisión del Ejecutivo de aumentar y realinear el ISC en las referidas industrias, es un paso dado que no está exento de ajustes en la medida que las disposiciones no cumplan con sus objetivos. También, cuestionó las disposiciones para la industria automotriz.
COMBUSTIBLESMacroconsult consideró como un acierto los cambios del ISC dirigidos a la industria de combustibles.
“Hasta el jueves 10 de mayo, los ISC favorecían a los combustibles más contaminantes. Por ello, dentro de los cambios, el mejor calibrado ha sido el de los combustibles”, dijo la consultora en un reporte.No obstante, consideró que los cambios pueder mejorarse dado que no se hace una distinción entre las gasolinas de 90 y 94 octanos el alto del bajo nivel de azufre. En el caso del diésel, señaló que empeora la relación de precios entre alto y bajo azufre a pesar de que se amplían sus diferencias en índices de nocividad.
CIGARRILLOSLa consultora indicó que el Ejecutivo, con el argumento de que se busca reducir el consumo de tabaco, incrementó en 50% el ISC a esta industria al establecer un pago de S/0,27% por cada cigarrillo.
Dijo que habría que evaluar en los próximos trimestres si la medida tuvo efectos sobre el consumo de tabaco en el país. “Un peor escenario sería el del aumento sustancial del contrabando [de cigarrillos], una disminución de la producción formal, una concomitante menor recaudación y un consumo de tabaco que se mantiene casi inalterado. De ser el caso, habría que recalibrar la norma”, señaló.
BEBIDAS AZUCARADASMacroconsult refirió que en vez de hacer una diferencia entre las bebidas con alto y bajo contenido de azúcar, el Ejecutivo optó por elevar a 25% la tasa para bebidas con mayor grado de azúcar y dejó el resto en 17%.
Consideró que si el Ministerio del Ambiente es capaz de estimar el índice de nocividad de los combustibles, que luego se usa para la estimación del ISC, el Ministerio de Salud debería hacer lo mismo con las bebidas. “Así, se podrán tomar mejores decisiones de política tributaria basadas en evidencia y no en posibles tasas arbitrarias”, sostuvo.
BEBIDAS ALCOHÓLICASLa consultora recordó que a esta industria se incrementó el ISC a las bebidas con gran contenido alcohólico, aplicando un razonamiento similar al de los cigarrillos.
No obstante, Macroconsult dijo que productos de alto valor unitario y de fácil transporte son candidatos para ser presa del contrabando. Por ello consideró que si en los próximos trimestres se observa una disminución del consumo de las bebidas alcohólicas.“Enhorabuena que no aumente el contrabando y se reduzca el consumo pe cápita de alcohol. De no ser el caso, habría que recalibrar las tasas del ISC, mientras se refuerce el control aduanero”, señaló. Para el caso de la cerveza, Macroconsult dijo que con los cambios se podría estar abriendo un espacio para bebidas informales de muy bajo precio, por lo que también consideró que se debe estar atento a la evolución del consumo de este producto para volver a calibrar las tasas del ISC.
AUTOMÓVILESMacroconsult que ha diferencia del resto de industrias, que comercian bienes que producen externalidades negativas, no queda claro el argumento del Ejecutivo en los cambios en el ISC para aplicar a los automóviles.
“Ya está gravado el uso de vehículos que emplean combustibles. A más circulación, más pago de impuestos. Además, estos bienes ya pagan el impuesto al rodaje por el desgaste de las vías públicas (incluido en el precio de las gasolinas) y, asimismo, pagan el impuesto al patrimonio a las respectivas municipalidades, durante los primeros 3 años desde su adquisición”, cuestionó la consultora.
En es ese sentido, Macroconsult dijo que los cambios del ISC aplicado para los automóviles “necesita una mayor explicación y convencimiento”.