- Más allá del cambio de titular en el ministerio de Economía, ¿Moody’s podría cambiar la calificación del Perú?Estamos en un proceso de revisión de la calificación, que se da todos los años. Este es un proceso en el que el Comité Soberano se reúne, yo presento mi apreciación y el comité es el que decide si se mantiene o se cambia la calificación o la perspectiva del Perú y se emite un comunicado de prensa. Esperamos que eso sea entre julio y agosto.En este caso, particularmente, es extremadamente improbable que se cambie la calificación, lo que se cuestiona es la perspectiva. Si esta se mantiene estable para la calificación de A3 o si pasa a negativa. Y es un debate que se va a centrar mucho en el espacio fiscal que se ha entregado en los últimos años, las perspectivas de crecimiento que tiene a futuro y cómo maneja estos dos choques con los que está lidiando, que son el impacto de El Niño costero y el costo asociado a la reconstrucción y el choque de la desaceleración en la inversión pública y privada, sobre todo relacionado al tema del caso ‘Lava Jato’. Entonces esto se va a discutir para ver si hay perspectivas para que se recupere el espacio fiscal que ha sido entregado en los últimos años una vez que se pasen estos dos ‘shocks’.
- El Perú tiene un buen indicador de deuda sobre PBI pero, ¿cómo ven la relación ustedes de deuda sobre los ingresos fiscales dada la baja y decreciente presión tributaria?En línea con el ciclo económico y con estos choques, estamos viendo que la presión tributaria está cayendo y eso dificulta un poco la tarea de la consolidación fiscal en años futuros. Pero algo que va a ser importante es que efectivamente el Estado peruano tiene mucha credibilidad en cuanto al manejo macrofiscal y no estamos muy preocupados, en general, por el nivel de ingresos relativo a la deuda, pero sí que la carga de deuda se estabilice y ahí lo más importante la trayectoria fiscal que se dará en los próximos dos o tres años.
- ¿Creen que el Perú deba hacer una mejor tarea en materia fiscal por deficiencias en otros aspectos como la informalidad, falta de institucionalidad, rigidez laboral y regulatoria, entre otras?Estos temas no son nada nuevos, es algo que ya viene dentro del perfil crediticio peruano desde hace muchos años. Venimos señalando como grandes necesidades crediticias del soberano peruano la informalidad, la corrupción, la falta de presencia de Estado y el déficit de infraestructura que existe en el país, la debilidad del poder judicial, los bajos niveles de educación junto a todos los otros retos que enfrenta la economía debido a la informalidad. Es algo que no es nuevo, que ya está incorporado en el perfil crediticio del país y algo que siempre ha limitado que la calificación incluso esté más alta.Debido a los niveles de deuda que tiene el Perú, debido a las fortalezas macrofiscales, fácilmente podría tener una calificación más alta de por lo menos A1, pero lo que limita esta calificación de A3 son todas estás debilidades de las que hemos hablado, que son retos de largo plazo. Se veía de manera muy favorable que un Gobierno ahora lo cite como algo que quiere atacar de manera frontal. En el Perú es un proceso, y no es algo que va a mejorar en uno o dos años, sino es algo que tiene que adoptarse como política de Estado y que va a tener que trascender a este Gobierno, y a los que le siguen.
-¿Creen que se cumpla la meta de déficit fiscal este año?El 3% se da para este año, el marco macroeconómico sugiere que el déficit se amplíe hasta 3,5% el próximo año. Nuevamente, los gastos de reconstrucción son un tema que se añade a la trayectoria fiscal que ya se había planteado incluso a mediados del año pasado. Entonces es un nuevo gasto que sin duda no estaba incorporado el año pasado porque se debe al shock del cambio climático. La forma en la que han diseñado la gestión de los fondos para la reconstrucción es bastante transparente y óptima. El Ejecutivo va a destinar recursos a un fondo, aproximadamente, 3,2% del PBI, y estos recursos se van a ir gastando este año, el próximo año y el que le sigue posiblemente hasta el 2019. Una vez que se acaben los recursos del fondo, se acaban los gastos de la reconstrucción. Entonces es un tema de eficiencia de gastos.Eso en realidad es difícil ver que varíe, a menos que se amplíe el monto de este fondo. Donde sí hay un riesgo de que el déficit esté un poco más ancho, es en la trayectoria fiscal subyacente, que no incluye los gastos de reconstrucción donde se pueden seguir cayendo los ingresos si es que no se toman medidas adicionales, que seguramente el Ministerio de Economía ya las debe estar evaluando.
- ¿Cuándo esperan que se dé la recuperación de la inversión pública que viene cayendo en la primera mitad del año?Esperamos que se dé para la segunda mitad de este año, más que nada por la ejecución de la reconstrucción sobre todo en el norte. Pero hay bastante incertidumbre y aquí es donde está jugando en contra la corriente política. El ámbito político se ha puesto difícil, se están viendo bastantes trabas a la ejecución de la inversión y tenemos ahora una contraloría que está más activa y que puede entorpecer un poco el proceso de ejecutar el gasto de inversión.
- ¿Qué tanto está pesando el efecto de la contraloría en la evaluación que están haciendo?Por un lado no vemos tanto al detalle que haya distintos órganos que influyan sobre la ejecución de política económica. Pero lo que sí sabemos es que, en general, cuando uno trata de empujar el carro del sector público hacia un lado, especialmente con gasto, es difícil. Bien sea la contraloría, el Poder Judicial, el Congreso, en cualquier tipo de entidad pública siempre van a haber trabas y esas las incorporamos con un producto de la realidad. Pero estamos más centrados en la entrega del espacio fiscal, la evolución del perfil fiscal del país y hacia donde puede ir y si se puede recuperar ese espacio fiscal y si es que efectivamente regresa el crecimiento a la economía y, sobre todo, a la demanda interna.
Y, en versión preliminar, ¿cómo va su evaluación sobre el espacio fiscal que tenemos?El hecho de que se construyó bastante espacio fiscal en años anteriores ayuda. El hecho de que hay ahorros fiscales, también ayuda bastante. Mucha de la reconstrucción, tenemos entendido, se va a financiar con ahorros fiscales, de tal manera que la deuda pública no supere el techo de 30% del PBI. Y tenemos la deuda, nosotros, en 28,5% para este año, lo cual es un nivel saludable pero sigue siendo un deterioro respecto de donde estaba hace unos años, en un nivel de 20% y aun así se están utilizando ahorros fiscales para la financiar la reconstrucción. Los ahorros fiscales nos dan tranquilidad, pero su uso es un consumo de provisiones, eventualmente se tendrá que reponer, y eso le tocará probablemente a otro Gobierno, con tal de que este mantenga la senda de consolidación fiscal. El Comité Soberano cree que se cumplirá la trayectoria fiscal, que no habrá otros shocks y que no habrá un compromiso mayor del espacio fiscal.
¿Ven factible que se converja al 1% de déficit en el 2021? ¿Ven brusca la reducción en los últimos dos años de esta senda?Dependerá mucho de cómo estará el ciclo económico en ese momento. Si se retorna a un crecimiento cercano al potencial, sí es factible hacer un ajuste, debido a que debería haber una recuperación de los ingresos y el gasto en la reconstrucción ya se debería haber terminado en ese momento. Y sin lugar a dudas, hemos visto que si existe una posibilidad de ajustar las cuentas fiscales, el Estado peruano y los técnicos lo pueden ejecutar. La típica historia del Perú es que siempre ha habido un ‘outperformance’ con las cuentas fiscales. Se pone una meta y esa siempre se supera. Estos dos años, la posibilidad de que no se superen las metas es alta pero, a futuro, con un retorno de un ciclo económico favorable sí es posible.
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