El ex operador de bolsa Navinder Sarao fue sentenciado a un año de detención domiciliaria por ayudar a provocar un estrepitoso colapso de los mercados bursátiles de US$1 billón.
Apodado el “Sabueso de Hounslow”, en una referencia irónica al famoso estafador de la película “Lobo de Wall Street”, el británico recibió la clemencia de un juez en Chicago, Estados Unidos, debido a las circunstancias extraordinarias de su caso.
Pero, ¿quién es él y cómo ayudó a que los mercados cayeran a más de 6.000 kilómetros de distancia?
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Con 42 años, Navinder Sarao es un operador de bolsa autodidacta que contribuyó a causar pánico en los mercados estadounidenses en 2010 desde una habitación en la casa de sus padres en Londres.
Fue arrestado en 2015 por su participación en un “desplome repentino”, de las bolsas. En este caso, el “crash” duró menos de una hora, eliminando casi US$1 billón en acciones antes de que los mercados se recuperaran.
Sarao luego pasó cuatro meses en la prisión de Wandsworth antes de ser extraditado a Estados Unidos. Inusualmente, se le permitió regresar al Reino Unido antes de la sentencia, donde ha estado ayudando a las autoridades a atrapar a otros estafadores bursátiles.
Extremadamente inteligente, Sarao tiene el síndrome de Asperger (un trastorno del espectro autista), una condición que según sus abogados hizo que viera su intervención en los mercados como si se tratara de "ganar un videojuego".
Pese a su apodo cinematográfico, lo cierto es que su vida su no podría haber sido más diferente que la del protagonista del "Lobo de Wall Street" interpretado por Leonardo DiCaprio en la película de 2013.
No hizo compras ostentosas y terminó perdiendo una gran cantidad de su dinero en manos de inversores fraudulentos.
¿CÓMO GANÓ US$40 MILLONES DESDE SU HABITACIÓN?
Sarao hizo parte de su fortuna manipulando artificialmente el mercado de valores para ganar dinero.
Para eso, utilizó un software especialmente adaptado para operar remotamente en el Chicago Mercantile Index. Compró y vendió contratos que especulaban sobre el valor de las principales empresas estadounidenses.
En aquel índice bursátil, cada vez que se realizaba un pedido de compra o venta, los "operadores de alta frecuencia" (muchos de ellos no humanos, sino computadoras que ejecutaban algoritmos) intentaban realizar sus propias transacciones milisegundos antes de que esos pedidos pudieran ejecutarse.
De esa manera, podrían ser los primeros en ganar dinero con los cambios del mercado.
Sarao se dio cuenta de que todos los operadores de alta frecuencia usaban un software similar, haciendo que el mercado se moviera en una misma dirección, como si se tratara de un rebaño de ovejas.
Su software aprovechó esto colocando miles de pedidos antes de cancelarlos o cambiarlos rápidamente, una vez que había creado una demanda artificial para que otros compraran o vendieran ese activo.
Esta práctica, conocida como “spoofing”(refiriéndose a crear la ilusión de una tendencia) le permitió realizar pedidos verdaderos de compra o venta obteniendo ganancias, a medida que el precio subía o bajaba rápidamente.
Al fingir una tendencia, hacía que el mercado se moviera en una dirección, solo para que el "sabueso" desapareciera, mordisqueara la parte posterior del paquete y obtuviera una ganancia rápida, dejando a los operadores de alta frecuencia sin nada.
En 2016, Sarao acordó pagarle al gobierno de EE.UU. US$12.8 millones, la cantidad que los fiscales dijeron que ganó producto de sus operaciones ilegales.
En total, se cree que obtuvo unas ganancias de aproximadamente US$40 millones en el lapso de cinco años.
¿CUÁL FUE SU CONDENA?
Sarao se declaró culpable de un cargo por fraude electrónico y de un cargo por "spoofing", una actividad que es ilegal en Estados Unidos.
Inicialmente enfrentó 22 cargos, que implicaban una sentencia máxima de 380 años.
Pero los fiscales finalmente decidieron no buscar una sentencia de cárcel, ya que Sarao no gastó el dinero en lujos y perdió rápidamente sus ganancias en estafas de que fue víctima.
También tomaron en cuenta su autismo, el tiempo que ya había pasado en la cárcel y su colaboración con el gobierno durante varios años.
¿Qué tan común es este tipo de crímenes?
La mayoría de los países, incluido el Reino Unido, no mencionan el "spoofing"-una actividad bastante habitual - como un delito.
Solo ha sido ilegal en EE.UU. desde 2010 y el primer caso exitoso fue aquel presentado contra el comerciante estadounidense Michael Coscia en 2013.
Coscia fue sentenciado a tres años de prisión por manipular mercados de futuros utilizando un programa computacional especialmente diseñado para ese fin, que le permitió obtener ganancias estimadas en US$1,6 millones.
Más recientemente, los bancos UBS, Deutsche Bank y HSBC pagaron colectivamente US$46,6 millones a los reguladores estadounidenses para llegar a un acuerdo frente a denuncias por “spoofing”.
Estos casos exponen la distinción a veces borrosa entre la manipulación legal e ilegal del mercado.
Después de todo, el trabajo de un corredor de bolsa es explotar los precios erróneos en los mercados. Así es como ganan dinero.
Además, el comercio algorítmicoen sí mismo no es ilegal: es una práctica cada vez más común en los mercados cuando haces un gran volumen de apuestas, ya que te permite moverte más rápido que un humano.