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La súbita caída del precio del petróleo preocupa a los productores de este commodity. Y con razón, pues todo parece indicar que el pronunciado declive observado desde julio pasado (-30% en el caso del West Texas Intermediate) se dilatará por largo tiempo.
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Así lo asegura Ramón Espinasa, economista petrolero principal del BID, quien prevé que dicha situación se prolongará por espacio de tres años, lapso en el cual el barril de petróleo oscilará entre US$70 y US$80. “No se trata de un fenómeno coyuntural ni de corto plazo”, manifestó en el VIII Ingepet.
El especialista explicó que la raíz del fenómeno se encuentra en el exceso de oferta global, originado por la mayor producción de EE.UU. en sus campos de shale gas y shale oil, sustitutos de los hidrocarburos convencionales.
“Las estadísticas indican que estos tres países juntos han generado un incremento adicional de 4 millones de barriles diarios, equivalente al 3% ó 4% de la producción global”, dijo.
Refirió que, en esta coyuntura, los países productores se verán obligados a incrementar su producción para compensar sus menores ingresos, lo que mantendrá la oferta al alza.
CONSECUENCIAS NEGATIVASEl problema, acotó, lo tendrán los países petroleros con producción decreciente, como Perú, Colombia y Brasil.
“Estos países tienen en común que en todos ellos ha habido un marcado descenso de la actividad exploratoria desde 2012, que se refleja en la estadísticas de menores pozos perforados”, subrayó.
A su entender la explicación de este retraimiento radica en las demoras en la aprobación de permisos ambientales, problema que los tres países comparten entre sí.
“Dado el estancamiento de la producción, el reciente descenso en los precios se traducirá en menores ganancias para las industrias petroleras de Brasil, Colombia y Perú”, concluyó.
La solución: atacar el problema de las demoras en el otorgamiento de los permisos.
Cabe indicar que el precio del petróleo West Texas Intermediate (WTI), usado como referencia en el Perú, cayó de US$106 el barril, en la segunda semana de julio, a US$77,4 el barril al cierre de ayer.