El Banco Central Europeo (BCE) mantuvo su política monetaria sin cambios el jueves, como se esperaba, y dijo que sigue con sus planes de terminar las compras de bonos a fines de diciembre y elevar las tasas referenciales en algún momento del próximo verano boreal.
Con un repunte de la inflación y el crecimiento en una racha alcista de cinco años, el BCE ha estado retirando los estímulos durante buena parte del 2018, pese a que los más recientes indicadores parecen mostrar que la expansión económica está perdiendo impulso y están aumentando los riesgos para el panorama.
El BCE tampoco hizo cambios a su orientación de política, formulada por primera vez en julio y que se mantuvo virtualmente sin cambios durante varias reuniones.
“El Consejo Gobernante prevé que tasas de interés clave permanezcan en sus niveles actuales al menos hasta el verano (boreal) de 2019, y en cualquier caso por el tiempo que sea necesario”, sostuvo, repitiendo su orientación.
La atención estará puesta ahora en la conferencia de prensa del presidente del BCE, Mario Draghi, a las 1230 GMT, en que probablemente informará sobre el panorama económico más amplio y será consultado sobre la disputa con la Comisión Europea por el presupuesto de Italia.
Con la decisión del jueves, la tasa de interés del BCE a un día -que actualmente es su principal herramienta para las tasas de interés- permaneció en -0,40%.
La principal tasa de refinanciamiento, que determina el costo del crédito en la economía, permaneció sin cambios en 0,00%, mientras que la tasa para el instrumento de préstamos marginales -la tasa de interés de emergencia a un día para bancos- permaneció en 0,25%.