El mandatario electo de Brasil, Jair Bolsonaro, aseguró hoy que su Gobierno, que empezará el 1 de enero próximo, revocará “rápidamente” a “incontables regulaciones en todos los sectores” de la economía y sociedad brasileñas que suponen “barreras para el desarrollo” del país.
Según publicó el futuro presidente en su cuenta de Twitter, esas “incontables regulaciones en todos los sectores” brasileños “solo sirven para recaudación y (como) barreras para el desarrollo” económico del país, por lo que serán revocadas “rápidamente”.
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“Menos interferencia del estado significa mejores condiciones de vida al brasileño”, completó Bolsonaro, quien se encuentra desde el sábado en la base naval de la Restinga de la Marambaia, una instalación de la Marina en el estado de Río de Janeiro, donde pasará las fiestas navideñas con su familia.
Sin embargo, el presidente electo no precisó en su mensaje en qué áreas pretende adoptar dichas revocaciones.
A lo largo de la campaña electoral, Bolsonaro defendió la adopción de un “Estado mínimo”, apoyado por su consejero y futuro ministro de Economía, Paulo Guedes, un neoliberal formado en la Escuela de Chicago.
Después de consagrarse vencedor en las presidenciales de octubre pasado, Bolsonaro y su equipo económico ya se posicionaron contra algunas regulaciones existentes en la legislación brasileña, las que planean extinguir a partir del año que viene.
Entre los principales proyectos del futuro presidente figura la reducción de gastos y de la estructura del Estado, así como la profundización de la reforma laboral llevada a cabo por el actual jefe de Estado brasileño, Michel Temer, que flexibilizó varios puntos de la legislación laboral del país.
Asimismo, Bolsonaro ya se mostró favorable a la reforma tributaria y del sistema de pensiones, a las privatizaciones y a una mayor flexibilización de las exigencias ambientales para obras, entre otros puntos.
No obstante, en las últimas semanas fueron aprobadas por el Congreso Nacional algunas medidas que podrían generar más costes al futuro Gobierno y dificultar el avance de algunas de las propuestas de Bolsonaro.