El índice de precios en Brasil registró en septiembre una deflación del 0,04%, la menor tasa para ese mes desde 1998, pujado por la reducción en los costos de los alimentos y bebidas que cayeron por segundo mes consecutivo, informó este miércoles el Gobierno.
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El resultado negativo de septiembre de este año contrasta con el del noveno mes de 2018 cuando la inflación se ubicó en 0,48%.
De acuerdo con el estatal Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), durante los primeros nueves meses del año, la inflación en Brasil acumuló un 2,49%.
En los últimos doce meses, en tanto, alcanzó el 2,89%, un índice por debajo del centro de la meta establecida este año por el Gobierno de 4,25%, aunque todavía dentro del margen de error de 1,5 puntos porcentuales para abajo o para arriba (2,75 % a 5,75 %).
Al igual que en agosto, la reducción de los precios de los alimentos y las bebidas fue una de las principales razones de la caída de la inflación en septiembre.
“El grupo de alimentos y bebidas ya había disminuido en agosto un -0,35%, que se intensificó a -0,43% (en septiembre), presionado por la desaceleración de los alimentos fuera del hogar”, explicó el gerente del Sistema Nacional de Índices de Precios del IBGE, Pedro Kislanov.
A eso se sumó la disminución de los precios de los alimentos en el hogar, que cayó por quinto mes consecutivo, según el experto.
Electrodomésticos y artículos de comunicación fueron otros ítems que tuvieron deflación en el noveno mes del año y que ayudaron a presionar la caída de la tasa en septiembre.
La baja inflación registrada en Brasil en los últimos años ha permitido al Banco Central reducir la tasa básica de interés a 6%, el nivel más bajo en los últimos 33 años con el objetivo de estimular el consumo y la inversión productiva.
Brasil terminó 2018 con una inflación del 3,75%, dentro de la meta establecida por el Gobierno, que era del 4,5%, y en medio de la todavía lenta recuperación de su economía tras la profunda recesión registrada entre 2015 y 2016, período en que el producto interno bruto (PIB) se desplomó 7 puntos porcentuales.
Las previsiones para este año continúan débiles y, según las últimas proyecciones del mercado financiero, el PIB del gigante suramericano tan solo crecerá un 0,87% en 2019, tras haberse expandido un 1,1% tanto en 2017 como en 2018.
Según el más reciente boletín Focus, que recoge la opinión de más de un centenar de instituciones financieras del país y es divulgado semanalmente por el Banco Central brasileño, la inflación cerrará en el 3,42% este año y subirá al 3,7% en 2020.