(Bloomberg). El gobierno de la canciller Angela Merkel flirtea con medidas para estimular el crecimiento, con lo que revisa sus opciones ante los indicios de que la mayor economía de Europa corre el riesgo de caer en recesión.
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Entre los planes que se analizan se cuenta bajar 0,6 puntos porcentuales el aporte obligatorio por pensiones, lo que inyectaría 6.000 millones de euros (US$7.600 millones) a la economía, dijo Michael Fuchs, el segundo líder parlamentario de la Unión Cristiano-Demócrata de Merkel en la cámara baja.
“Hay margen para medidas que impulsen el crecimiento”, dijo Fuchs en entrevista telefónica.
La economía alemana pierde fuerza en momentos en que el débil crecimiento de la zona del euro y la tensión política con Rusia afectan la demanda. Dado que el objetivo para el año próximo es equilibrar el presupuesto, la coalición de Merkel ha resistido los llamados a aumentar el gasto para impulsar el crecimiento.
“El gobierno se ha mostrado muy renuente y con frecuencia ha adoptado el punto de vista de un contador al decir que todo está bien, que existe el freno real de la deuda y que no se puede usar eso para más inversiones”, dijo Carsten Brzeski, economista jefe de ING-DiBa en Fráncfort. “Es evidente que esa posición ahora está cambiando, y los datos económicos son los que llevan al gobierno a cambiar”.
La producción industrial alemana declinó más de lo que pronosticaban los economistas en agosto, un 4% con ajuste estacional respecto de julio, dijo ayer el Ministerio de Economía. Fue la mayor declinación desde enero de 2009, cuando la zona del euro se sumía en la crisis de deuda.
TENDENCIA DESCENDENTELa caída se suma a un panorama más amplio de la economía alemana de US$3,6 billones que se desacelera. Los pedidos fabriles declinaron 5,7% en agosto –también la mayor cantidad desde 2009- en tanto la producción manufacturera se contrajo en septiembre. Los nuevos pedidos declinaron al ritmo más rápido desde 2012, indicó una encuesta entre gerentes de compras.
La confianza empresarial también se vio afectada, y el instituto de investigaciones Ifo indicó que se había desplomado al nivel más bajo en casi un año y medio. El desempleo creció en septiembre por segundo mes consecutivo. La tendencia descendente de los datos económicos sigue a una declinación de 0,2 por ciento del producto interno bruto en el segundo trimestre.
“Las cosas no andan bien en la economía alemana, y así ha sido desde hace un tiempo”, dijo en una entrevista Fredrik Erixon, director del Centro Europeo para la Economía Política Internacional, que tiene sede en Bruselas. “Todo indica que es hora de aumentar la inversión en general, lo que comprende la inversión pública en Alemania”.