El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó este lunes en Twitter que volverá a imponer aranceles al acero y al aluminio procedentes de Brasil y Argentina.
Trump culpó de la medida a las “masivas devaluaciones” del peso argentino y el real. “Lo que no es bueno para nuestros granjeros”, dijo.
► Donald Trump anuncia aranceles al acero de Brasil y Argentina
► Dólar: Tipo de cambio se depreció tras anuncio de aranceles de Trump
Con los aranceles, los dos países sudamericanos caerán en el mismo saco que el resto del mundo.
Y es que ya el año pasado Trump había establecido aranceles globales del 25% sobre el acero y del 10% sobre el aluminio de los que luego dejó exentos a algunos países, incluidos Argentina y Brasil, con los que se acordaron cuotas.
La medida hará, por un lado, que los productores de Estados Unidos sean más competitivos a nivel global y, por otro, podría disuadir a la industria local de comprar acero o aluminio brasileño o argentino.
El acero y el aluminio son usados intensivamente por ejemplo, por la industria alimentaria en envases y para la protección de sus productos, así como en la industria automotriz para la fabricación de vehículos y de piezas o en la fabricación de maquinaria.
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, respondió este mismo lunes que aprovecharía la línea directa que tiene con Trump para hablar sobre la decisión e intentar resolver el problema.
Brasil es el segundo exportador de acero a Estados Unidos, por detrás de Canadá.
Según el Observatory of Economic Complexity, las ventas al exterior del mineral de hierro y sus concentrados (usados para fabricar acero) suponen el 9,2% de las exportaciones totales de Brasil, por encima de las de petróleo.
IMPACTO EN ARGENTINA
En declaraciones recogidas por la agencia AFP, José Urtubey, portavoz del poderoso lobby industrial de Argentina UIA dijo que los productores del país se verán perjudicados inmediatamente por los aranceles.
Dada la "falta de competitividad" de Argentina como productor, el hecho de que Estados Unidos impusiera al país unos de los aranceles más bajos a su acero y aluminio fue "beneficioso", dijo Urtubey.
También Estados Unidos es el principal destino de las exportaciones de acero y aluminio argentinas.
LAS RAZONES DE TRUMP
Del tuit en el que el presidente afirma que pondrá en marcha esta medida se desprende que la amenaza está ligada al desplome del real brasileño y el peso argentino frente al dólar.
Trump afirma que está devaluación es premeditada y daña la competitividad de las empresas estadounidenses en los mercados internacionales sobre todo de su sector agrícola.
“Brasil y Argentina han registrado una devaluación masiva de sus divisas, lo que no es bueno para nuestros granjeros por lo que, con efecto inmediato, voy a restaurar los aranceles al acero y al aluminio importado desde estos países”, dice la primera parte del anuncio en Twitter.
Lo cierto es que Brasil ha estado a punto de caer en recesión este año y Argentina se encuentra inmersa de nuevo en una crisis económica, lo que ha llevado a que las monedas de ambos países a debilitarse drásticamente frente al dólar.
Y lo cierto es que lejos de devaluar deliberadamente, especialmente en el caso argentino, han tratado de frenar la caída de sus monedas por el posible efecto inflacionario que eso puede tener.
MENSAJE A LA “FED”
En su segunda parte, Trump se dirige a los responsables de las políticas monetarias de la Reserva Federal (Fed, banco central).
"La Reserva Federal también debería actuar para que los países, que hay muchos, no se aprovechen de la fortaleza del dólar para devaluar aún más sus monedas", dijo.
“Esto hace que sea muy difícil para nuestros fabricantes y agricultores exportar sus productos de manera justa”, escribió Trump.
Su petición se cierra con una llamada a la Fed para que rebaje sus tipos de interés.
No es la primera vez que el mandatario insta al organismo a recortar las tasas, argumentando que los tipos negativos en Europa y otras partes dan a esos países una ventaja competitiva.
"La preocupación aquí es qué tipo de represalia que podrían adoptar estos países y hasta dónde puede llegar una escalada de estas guerras arancelarias justo en medio de las negociaciones para tratar de resolver una", explicó a Reuters Mark Luschini, estratega jefe de inversiones de Janney Montgomery Scott, en alusión a la "guerra comercial" entre EE.UU. y China.
GUERRA CON CHINA
El pasado mes de agosto, Estados Unidos respondió a la devaluación del yuan designando a China como país “manipulador de divisas” y extendiendo el alcance de la guerra comercial.
“China devaluó su moneda a un mínimo histórico. Eso se llama ‘manipulación monetaria’. ¿Estás escuchando Reserva Federal? ¡Esta es una violación importante que con el tiempo debilitará a China!”, decía aquel tuit.
El presidente estadounidense insiste en sus discursos que proteger las empresas nacionales es uno de sus principales objetivos.
Más cuando el próximo año se celebran elecciones presidenciales en Estados Unidos.