Si los mercados emergentes pudieran salirse con la suya, esta semana de Navidad sería como cualquier otra: tranquila, con unas pocas publicaciones económicas y bajos volúmenes de operación. Sin embargo, los dramas políticos que se desarrollan en Estados Unidos mantienen a los inversionistas en vilo.
Es probable que el cierre del gobierno estadounidense por la demanda del presidente Donald Trump de fondos para el muro fronterizo se extienda hasta pasada la Navidad. Y a pesar de que el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, intentó convencer a los mercados financieros de que el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, no sería destituido, los inversionistas están nerviosos. La semana pasada, el índice S&P 500 sufrió su mayor pérdida semanal desde 2011.
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Si bien la confusión proviene de los mercados desarrollados esta semana, hay algunos eventos en las economías emergentes que atraerán el interés de los inversionistas, como la decisión sobre las tasas de interés en Egipto, el balance presupuestario de Brasil y el índice de actividad económica de Argentina.
“No imagino que los compradores entren en este mercado para evitar cualquier presión de venta hasta enero”, afirma Saed Abukarsh, cofundador del fondo de cobertura Ark Capital Management, con sede en Dubai. “Entonces, si necesita ajustar significativamente sus libros para el fin de año, tendrá que pagar por ello.”
Las monedas y las acciones de los mercados emergentes perdieron el lunes en las operaciones de Asia, aunque algunos activos, incluidos el yuan y el baht, lograron avanzar. En cuanto al año, las acciones se dirigen hacia su mayor pérdida anual desde 2011, y los bonos y las monedas tendrán sus primeras caídas anuales desde 2015.