Bloomberg.- Salvatore Ferragamo está instalando microchips en sus bolsos y zapatos, en tanto la industria del lujo aumenta sus esfuerzos para combatir a los falsificadores.Follow @PortafolioECpe !function(d,s,id){var js,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0],p=/^http:/.test(d.location)?'http':'https';if(!d.getElementById(id)){js=d.createElement(s);js.id=id;js.src=p+'://platform.twitter.com/widgets.js';fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}}(document, 'script', 'twitter-wjs');
Las etiquetas de identificación por radiofrecuencia (RFID, por sus siglas en inglés), que funcionan como un código de barras de alta tecnología para identificar y rastrear cualquier cosa desde comida hasta armas, han sido insertadas en la mayoría de las suelas de los zapatos izquierdos de mujer de Ferragamo desde 2014, dijo la compañía en su primer comunicado sobre su programa de etiquetado. Desde entonces ha hecho lo mismo con zapatos de hombre, productos de cuero para mujer y equipaje.
Las etiquetas permitirán a Ferragamo “rastrear el zapato con certeza, dando al grupo un mejor control en la lucha contra falsificaciones”, dijo la fabricante italiana de bienes de lujo, cuyos productos incluyen sandalias de 595 euros (US$662).
Las etiquetas RFID son utilizadas con mayor frecuencia por grandes minoristas para controlar las existencias. Inditex dijo el miércoles que para fin de este año, su cadena Zara tendrá la tecnología en más de 2.000 locales. Que ahora sean usadas por Ferragamo muestra cómo las marcas de lujo están tomando más seriamente las falsificaciones y productos del mercado paralelo, en tanto luchan con una decreciente demanda, sobre todo en China.
Ferragamo, que tiene dificultades para aumentar las ventas en Asia, trabajó con las autoridades chinas para destruir o confiscar unos 25.000 productos falsificados el año pasado, y bloqueó 91.000 publicidades en la web sobre productos falsos.
El valor total de productos falsos de Ferragamo que fueron confiscados o destruidos en China el año pasado, incluyendo productos confiscados por separado por agentes de aduana, excede los US$17 millones y más de la mitad fueron cinturones, dijo la compañía.