El Fondo Monetario Internacional (FMI) espera que el crecimiento global repunte este año, aunque la deflación es un “riesgo creciente” mientras la expansión económica se mantenga debajo de un nivel que las autoridades consideren óptimo, dijo el miércoles la directora gerente del organismo, Christine Lagarde.
La jefa del FMI también expresó preocupación por un alza de precios por debajo de la meta de varios bancos centrales, lo que podría dañar la incipiente recuperación. “Si la inflación es el genio, entonces la deflación es el ogro al que debemos combatir decididamente”, dijo Lagarde en el Club Nacional de la Prensa en Washington.
Una inflación muy por debajo del 2% buscado por algunos de los mayores bancos centrales del mundo tiene riesgos a largo plazo, ya que puede desinflar los salarios y la demanda, deprimiendo la economía.
En Estados Unidos, los funcionarios de la Reserva Federal (FED) no entienden por qué la inflación se ha mantenido tan baja por tanto tiempo y algunos temen que pueda ser una señal de que la recuperación del país no es tan fuerte como podrían indicar otros datos económicos.
En teoría, la inflación debería subir a medida de que el mercado laboral mejora. Sin embargo, los decepcionantes datos de nóminas no agrícolas en Estados Unidos de la semana pasada ofrecieron una nota de cautela tras una serie de datos (desde gasto del consumidor hasta la producción industrial) que sugirieron que la economía estadounidense terminó el 2013 con fuerza y se encaminaba a fortalecerse aún más este año.
Aunque la tasa de desempleo de diciembre cayó 0,3 puntos porcentuales a un 6,7%, su nivel más bajo desde octubre del 2008. La baja reflejaría en parte que un mayor número de personas salió de la fuerza laboral.
Lagarde dijo que los bancos centrales deberían ser cuidadosos y retirar el estímulo monetario una vez que la economía esté claramente en un terreno firme.
El mes pasado, la FED decidió recortar sus compras mensuales de bonos a US$75.000 millones, reduciendola en US$10.000 millones, y dos funcionarios del banco central estadounidense dijeron esta semana que la institución debería cerrar rápidamente su programa de compra de bonos.
Lagarde dijo que el recorte de las adquisiciones de bonos de la Fed no debería alarmar a los mercados, siempre y cuando sea gradual. “No esperamos consecuencias masivas, fuertes y serias”. No obstante, sostuvo que ajustes más rápidos podrían causar giros bruscos en el mercado y flujos de capital volátiles, lo que afectaría a algunos mercados emergentes en particular.
Las economías en desarrollo, que fueron el motor de la recuperación global tras la crisis financiera del 2008, se están desacelerando debido a factores cíclicos, dijo Lagarde. “En general, la dirección es positiva, pero el crecimiento global sigue siendo muy bajo, muy frágil y muy desigual”, afirmó.