Ford Motor Co. planea invertir alrededor de US$900 millones y contratar cerca de 900 trabajadores para fabricar vehículos eléctricos y autónomos en Michigan y trasladar la producción de una camioneta comercial compacta a México desde Europa.
La iniciativa, anunciada el mismo día en que Donald Trump visita un fábrica de tanques de Ohio, se presenta tras la fuerte crítica del presidente a General Motors Co. por paralizar una fábrica de automóviles en Lordstown, Ohio. Ford reitera algunos compromisos financieros y de empleo previos, mientras cambia de marcha por tercera vez en la construcción de vehículos eléctricos en una fábrica subutilizada al sur de Detroit.
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Aproximadamente un año y medio después de trasladar la producción de un futuro vehículo deportivo utilitario eléctrico desde Flat Rock, Michigan, a México, Ford dice que ahora planea construir otros modelos con baterías allí y sumar un segundo turno de trabajadores para 2023, a un costo de US$850 millones.
El fabricante de automóviles también está invirtiendo US$50 millones para instalar una planta cerca de Detroit donde los trabajadores incorporarán el software de autoconducción a los vehículos autónomos que se construirán en Flat Rock. La fábrica seguirá produciendo el automóvil deportivo Mustang y el sedán Lincoln Continental.
“Cuando tomamos distancia y observamos nuestros planes para el futuro con vehículos eléctricos de batería y electrificación en general y el compromiso de invertir US$11.000 millones, nos quedó muy claro el año pasado que necesitaríamos una segunda planta”, dijo Joe Hinrichs, presidente de operaciones globales de Ford, en una entrevista. “Nos quedó bastante claro que Flat Rock era la planta adecuada para tener esa capacidad. Tiene mucha experiencia en la fabricación de múltiples cosas”.
A medida que disminuyen las ventas de los sedanes tradicionales, Ford se alista para un futuro en que los vehículos eléctricos y autónomos transformarán el transporte. La fábrica de Flat Rock se ha convertido en un símbolo de ese cambio: Ford reducirá un turno de trabajadores debido a las bajas ventas del Continental y el Mustang, pero ahora creará nuevos trabajos para construir vehículos autónomos y a batería.
El director ejecutivo, Jim Hackett, lidera una reorganización valuada en US$11.000 millones del fabricante de automóviles, que vio caer sus utilidades en más de la mitad el año pasado. La reestructuración de Ford implicará recortar miles de empleos asalariados y cerrar fábricas en operaciones no rentables en el extranjero.
Ford está trasladando la producción de su furgoneta comercial compacta Transit Connect de España a Hermosillo, México, a la misma fábrica que actualmente produce el sedán Fusion. Hinrichs dijo que espera que el traslado no tenga ningún impacto con el caso de la aduana de EE.UU. en el que Ford fue acusado de “ingeniería arancelaria”.
Hinrichs dijo que Ford había informado a los funcionarios de los gobiernos de EE.UU. y Michigan sobre las inversiones, pero se negó a abordar directamente las recientes críticas de Trump a GM.
“Estamos orgullosos de nuestra presencia aquí en EE.UU.”, dijo Hinrichs.
Fuente: Bloomberg