Imagine que en su casa los ingresos alcanzan solamente para las compras esenciales. Ahora imagine que, pese a esa situación, en su casa lo habitual es darse ciertos lujos. Lógicamente, como el dinero no alcanza, esto se cubre con deudas, y llegará el momento en que sus acreedores le pedirán que las pague.Follow @PortafolioECpe !function(d,s,id){var js,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0],p=/^http:/.test(d.location)?'http':'https';if(!d.getElementById(id)){js=d.createElement(s);js.id=id;js.src=p+'://platform.twitter.com/widgets.js';fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}}(document, 'script', 'twitter-wjs');
Como no puede pagarlas, sus acreedores le extienden su línea de crédito bajo la condición de que reduzca sus gastos, en búsqueda de que le sobre algo de sus ingresos para pagar las deudas. Pero resulta que en casa no pueden llegar siquiera a un balance entre ingresos y gastos. Algo parecido es lo que sucede en Grecia, pero a nivel de país.
Sigue a Portafolio en Facebook¿Qué originó la situación de Grecia? Cuando el país se incorporó al euro, tuvo el gran beneficio de una reducción sustantiva de su costo de financiamiento, ya que al pertenecer a dicha comunidad económica la percepción de su riesgo disminuía.
“Grecia ya venía siendo una economía de las más endeudadas de Europa. Y cuando estalló la crisis financiera en Estados Unidos, los costos de financiamiento se volvieron altos”, señaló Eduardo Morón, economista de la Universidad del Pacífico.
Así, para una economía de ese tipo –que no tiene fundamentos para crecer a tasas grandes y donde se desvanecieron los bajos costos de financiamiento– simplemente el tamaño de su deuda se volvió impagable.
“Es absurdo pensar que un país, desarrollado o no, pueda financiar las pensiones de personas que no han cumplido ni siquiera 45 años. Si fuese una economía que crece muchísimo, que no es el caso, se podría dar esos lujos”, agregó Morón.
Lamentablemente, el financiamiento barato que tuvo Grecia no se usó para obras de infraestructura ni para impulsar temas de diversificación productiva ni exportadora, ni para mejorar la productividad ni la competitividad, manifestó por su parte Hugo Perea, economista jefe para Perú de BBVA Research.
“Básicamente, los recursos se utilizaron para financiar gasto público, para financiar esquemas de pensiones bastante generosos y eso devino en un exceso de acumulación de deuda que terminó explotando. Era un contexto de alta liquidez internacional, la primera mitad de la década pasada, y cuando Grecia se benefició del hecho de que era un país miembro de la Unión Europea. Los mercados internacionales estaban dispuestos a prestarle a Grecia porque había mucha liquidez”, agregó Perea.
¿EL PERÚ PASÓ POR ALGO SIMILAR? La economía peruana no siempre mostró el equilibrio de los últimos años. Hubo gobiernos en los cuales la deuda peruana fue alta, pero no al nivel que muestra Grecia ni al que mostró unos años atrás.
En el Perú, señala Morón, la situación de mayor endeudamiento fue durante el primer gobierno de Alan García, en que superó el 50% del PBI, “mientras que actualmente en Grecia el endeudamiento es mayor que su PBI”, refiere. Llegó a 115% del PBI en 2010.
Agrega que en el Perú se registró un sistema de pensiones excesivamente generoso con la Ley 20530, pero que alcanzaba un nivel muy limitado, pues convivía con pensiones del resto del Estado que eran “de miseria”.
Por su parte, Perea, del BBVA, recuerda que el desequilibrio peruano se resolvió de forma distinta a la griega. “En el Perú no llegamos a esos niveles, pero fue por una razón: los griegos, que no hacían grandes esfuerzos para reducir la evasión tributaria y tenían mucho gasto público, financiaron ese excesivo gasto con deuda, y el Perú lo financió con emisión monetaria. Eso generó dos circunstancias distintas. En un caso una situación de insolvencia en el gobierno griego, y en el caso del Perú también hubo insolvencia pero la deuda no explotó tanto sino que tuvimos una hiperinflación”, explica el economista del BBVA.
LAS MEDIDASHace una semana, el pueblo griego le dijo No a las medidas del Fondo Monetario Internacional (FMI) para iniciar la salida de su difícil situación. Lo que no acepta el pueblo y gobierno griego son las mayores reformas en el sistema de pensiones y el recorte de salarios en empleados públicos, pero sí está de acuerdo con aplicar medidas tributarias como el aumento de los impuestos a las ventas, refirió Jorge Ordóñez, analista de Mercados Financieros del Departamento de Estudios Económicos de Scotiabank Perú.
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