En una industria como la de las aerolíneas, que depende en parte importante de inspirar confianza y tranquilidad a sus usuarios, el impacto acumulado de dos desastres y 537 muertos en espacio de cinco meses está desangrando a Malaysia Airlines.
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Ninguna aerolínea había sufrido antes la pérdida consecutiva de dos aviones de cabina ensanchada, en este caso dos Boeing 777.
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El trágico final de su vuelo MH17 en el oriente de Ucrania la semana pasada se suma a la pérdida de otro vuelo, el MH370, en marzo pasado en algún lugar del Océano Índico.
La aerolínea ha sufrido una dosis extraordinaria de mala suerte. Aún no está claro cómo ni por qué se perdió el primer avión, el MH370. En la segunda tragedia, el avión volaba en una ruta autorizada por las autoridades cuando aparentemente fue alcanzado por un misil.
Independiente de si Malaysia Airlines tuvo culpa alguna, para muchos usuarios potenciales, el nombre de la firma ha adquirido una connotación negativa.
Y por eso no es de extrañar que muchos clientes estén evitándo a la aerolínea asiática, que según analistas, pierde cerca de US$1.7 millones al día.
ÓBSTÁCULOS “INSALVABLES”
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En declaraciones a la BBC, Mohshin Asiz, analista de la firma financiera Maybank en Kuala Lumpur asegura que los obstáculos que afronta Malaysia Airlines son “insalvables”. Sin una inyección significativa de dinero nuevo, asegura, a esa línea aérea no le queda más de un año de vida.
Los expertos especulan que la tabla de salvación podría venir del gobierno malasio, que ya es el inversionista mayoritario en la aerolínea, mediante su fondo de inversión estatal Khazanah Nasional.
“El apoyo del gobierno necesita ser más explícito y tal vez más extensivo”, asegura Bertrand Grabowksi, jefe de aviación en DVB, el banquero de Malaysia Airlines.
Pero incluso si la aerolínea consiguiera esa financiación nueva, no está claro que sea viable en el largo plazo.
El valor de mercado de la firma ha caido en más de 40% en los últimos nueve meses.
“Este incidente reciente compromete a esa marca desde una perspectiva europea”, asegura Leo Fattorini, socio de la firma Bird & Bird. “Hay que preguntarse si la firma puede sobrevivir esta nueva tragedia”.
LAS OPCIONES
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La BBC le preguntó a Chris de Lavigne, consultor de la firma especializada Frost & Sullivan, cuáles pueden ser las opciones que le quedan a la aerolínea.
“Pueden continuar como van, arrojando más y más dinero a la aerolínea, pero no creo que eso sea una opción viable de largo plazo”, indica.
“En segundo lugar pueden intentar algo como lo que hizo Japan Airlines, de acogerse a las leyes de protección de bancarrota y tratar de arreglarlo a partir de ahí”.
Y en tercer lugar pueden intentar privatizar la aerolínea, cambiando el nombre y la imagen de la empresa, asegura Chris de Lavigne.
El experto considera que cualquiera de las opciones será costosa y compleja.
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Más aún, advierte, los desastres que impactaron a Malaysia Airlines han afectado al resto de la industria aeronaútica de la región.
“La falta de seguridad, que es la preocupación número uno de cualquier aerolínea, le va plantear problemas a los consumidores”, puntualiza.