La pobreza humilla a México. Los indicadores llevan décadas sin ver mejorías y la batalla se hace cada vez más cuesta arriba. El gobierno presentó este jueves las primeras mediciones desde la llegada de Enrique Peña Nieto a la presidencia a fines de 2012.Follow @PortafolioECpe !function(d,s,id){var js,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0],p=/^http:/.test(d.location)?'http':'https';if(!d.getElementById(id)){js=d.createElement(s);js.id=id;js.src=p+'://platform.twitter.com/widgets.js';fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}}(document, 'script', 'twitter-wjs');
En los últimos dos años, informó el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), dos millones de mexicanos cayeron en la pobreza. De esta forma el porcentaje de la población en esa situación pasó del 45,5% en 2012 al 46,2% en 2014.
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Es decir, 55,3 millones de personas son pobres en la segunda mayor economía de América Latina.
“La reducción efectiva de la pobreza sólo puede lograrse con crecimiento sostenido de la economía y la productividad”, le dice a BBC Mundo Gonzalo Hernández, secretario ejecutivo del Coneval.
“Esto ha sido un problema en México, si bien la economía ha crecido, ha resultado insuficiente y no sólo desde la crisis de 2008, estamos hablando de que es un problema en los últimos 30 años”, añade.
Una de las razones para este reciente incremento, aseguran las autoridades, es la caída de los ingresos en términos reales del 3,5%.
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LA MEDICIÓN
El índice de pobreza utilizado por el Coneval es multidimensional. Mide el ingreso y las carencias sociales, como acceso a servicios de salud, seguridad social, alimentación y servicios básicos en la vivienda, la calidad y el espacio en la vivienda y el rezago educativo.
La persona que tenga al menos una carencia social y un ingreso menor al valor de la línea de bienestar se considera que está por debajo de la línea de pobreza. El ingreso es de 2.542 pesos (US$156) para el sector urbano y 1.614 (US$100) para el rural.
En el caso de la pobreza extrema, que se redujo del 9,8% al 9,5% de la población, incluye a quienes tienen un ingreso inferior al de la línea de bienestar mínima (US$77 y US$53, urbano y rural, respectivamente) y además tienen tres o más carencias sociales.
Son 11,4 millones de personas las que se encuentran en esta situación, 100.000 menos que hace dos años.
La Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) destacó en un comunicado esta mejoría: “Muestra que la prioridad que se planteó la política social de ir primero al núcleo duro de la pobreza (...) está dando resultados”.
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VULNERABILIDAD
Las cifras oficiales indican que apenas el 20,5% de la población (24,6 millones de personas) se encuentra en la categoría “no pobre y no vulnerable”.
Existen 31,5 millones de personas que promedian casi dos carencias sociales, por lo que se encuentran en estado de vulnerabilidad.
A nivel de estados, los más pobres siguen siendo los del sur del país. En Chiapas tres de cada cuatro personas son pobres (76,2%) y casi un tercio de la población se encuentra en pobreza extrema. Le siguen Oaxaca (66,8%), Guerrero (65,2%) y Puebla (64,5%).
Las entidades con menores porcentajes son: Nuevo León (20,4%), Distrito Federal (28,4%), Baja California (28,6%) y Sonora (29,4%).
LAS RAZONES
México, aseguró la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) esta semana, “es el único país latinoamericano que registra una tendencia regresiva en materia de reducción de la pobreza”.
En su estudio “Diagnóstico de desarrollo regional: México”, la organización da cuenta que los niveles de pobreza no han cambiado en los últimos 20 años “debido a la reducida tasa de crecimiento de la economía y la desigual distribución de los ingresos”.
Sólo medida por el nivel de ingreso, la pobreza alcanzaba en 1992 al 53,1% de la población, y ahora llega al 53,2%.
Pasó por un pico de 69% en 1996 y llegó a bajar al 42,9% diez años después, pero desde entonces no ha parado de crecer.
Según la OCDE, la pobreza procede en gran parte del amplio sector informal de trabajos de bajos salarios con una reducida productividad, la falta de acceso a la formación y las limitaciones de las redes de seguridad social.
LA DESIGUALDAD
“Hay un problema estructural que impide que la población tenga una capacidad suficiente de generación de ingresos a pesar de los múltiples programas sociales que se han implementado en las últimas dos décadas”, le dice a BBC Mundo el economista Gerardo Esquivel.
El investigador, autor del reciente estudio “Desigualdad extrema en México, concentración del poder económico y político”, señala que no sólo las políticas sociales han resultado insuficientes sino que los beneficios del crecimiento no han estado bien distribuidos.
La desigualdad es el cáncer que frena a México, que está dentro del 25% de los países con mayores niveles de desigualdad en el mundo.
Es el país en donde al 1% más rico le corresponde un mayor porcentaje del ingreso total (21%), de acuerdo al estudio de Esquivel.
El Global Wealth Report 2014 determinó que el 10% más rico de México concentra el 64,4% de toda la riqueza del país. Y mientras la cantidad de pobres aumenta, la de millonarios en el país se incrementó un 32% entre 2007 y 2012.
Para Julio Boltvinik, economista de El Colegio de México, uno de los problemas es la política económica.“Tenemos un sistema que no cobra impuestos a los ricos, que no usa el gasto público como un estímulo para generar empleo y crecimiento, y que va acompañado de una política cambiaria y monetaria de freno a la economía”, señala en conversación con BBC Mundo.
“No hay estímulos para el desarrollo y desde los 80 ya no hay crecimiento inducido desde las empresas y las obras públicas”, agrega.
Boltvinik, quien lleva más de tres décadas estudiando la pobreza en el país, presentó esta semana su estudio “Evolución de la pobreza y la estratificación social en México”.
Allí asegura que en realidad son 100 millones de mexicanos los que viven en la pobreza pues en su investigación toma en cuenta el ingreso y 17 necesidades básicas.
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¿QUÉ HACER?
México tiene solidez macroeconómica, la inflación bajo control y sólidas reservas internacionales.
El gobierno se encuentra embarcado en una serie de reformas estructurales, con la energética a la cabeza, con la que busca ser más productivo y atraer inversiones.
Pero México todavía es un país donde casi dos tercios de la población activa trabaja sin derecho a pensión ni seguridad social.
Para la Sedesol el combate a la pobreza pasa por un “mayor crecimiento económico, la generación de empleos, la democratización de la productividad y una mejor distribución del ingreso”.
El propio organismo señaló que la última medición “confirma los desafíos enormes” que enfrenta el país, aunque hizo hincapié en que el camino es el “adecuado”.
La OCDE considera que una de las claves para mejorar la situación es mejorar el cobro de impuestos, tanto a nivel estatal como municipal.
Para ello se deben fortalecer las capacidades técnicas e institucionales, opina la organización.
“La base fiscal es reducida y la estructura de la tributación ha fomenta la informalidad”, apunta el documento en el que se señala que es necesaria una política más allá del asistencialismo y diseñar políticas para un crecimiento sostenible.
“México debe empezar a replantear su política social en términos de eliminar programas que no están funcionando”, indica Esquivel.
“Y sobre todo”, añade“ replantear el esquema económico, con un crecimiento más equitativo y distribuir recursos hacia programas más de desarrollo económico”.
Las nuevas cifras “tendrían que servir para, más allá de politizar las cosas, ver cuál es la ruta de salida a esta situación de pobreza”, le dice a BBC Mundo Rocío Stevens, gerente de campañas de Oxfam México.
Se debe “abrir un debate verdadero sobre cómo mejorar los ingresos de las familias”, añade.Parece haber consenso en el diagnóstico. A más de 50 millones de personas le urgen cambios.