Este año, Oxfam reportó que mientras la riqueza de las 62 personas más ricas del mundo creció un 44% en 5 años, la riqueza de más de 3.000 millones de personas se redujo un 41%.Follow @PortafolioECpe !function(d,s,id){var js,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0],p=/^http:/.test(d.location)?'http':'https';if(!d.getElementById(id)){js=d.createElement(s);js.id=id;js.src=p+'://platform.twitter.com/widgets.js';fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}}(document, 'script', 'twitter-wjs');
Desde la ciudad suiza de Davos, que está siendo escenario de la celebración de la 46.ª edición del Foro Económico Mundial, el premio Nobel de Economía, Joseph Siglitz, manifestó que uno de los principales factores que contribuye a la debilidad de la economía mundial es la creciente desigualdad.
“Los que están en la parte superior no tiene que gastar gran parte de sus ingresos como los que se encuentran en la parte inferior, que tienen que dedicar el 100% (de sus ingresos), a veces incluso más”, agregó.
Algunos miembros sostuvieron que es necesario un nivel de intervención gubernamental en la economía para corregir estos desequilibrios. Al respecto, el ministro de Hacienda de Brasil, Nelson Barbosa, manifestó que el mercado puede producir progreso, pero también desigualdad. “Tenemos que encontrar la manera hacerle frente desde el gobierno”, dijo.
Durante la realización del foro titulado “¿Cómo reiniciar la economía global?”, el primer ministro de Irlandia, Enda Kenny, citó el ejemplo de su país, que ha vuelto a crecer después de años de austeridad optando por una gestión prudente de las finanzas públicas, mecanismo que para él es clave para luchar contra la desigualdad.
“Para mí, la desigualdad es una prioridad. Estoy muy optimista de que si usted maneja bien sus finanzas públicas, si usted maneja bien su patrón de crecimiento, proporciona los recursos a los gobiernos para tomar decisiones respecto de los servicios que la gente necesita”, sostuvo.
Barbosa estuvo de acuerdo, diciendo que el gobierno tiene un papel clave que desempeñar en las economías emergentes y avanzadas: garantizar la estabilidad macroeconómica y mantener la desigualdad a un nivel razonable.
El panel también estuvo de acuerdo con una pregunta de un miembro del público, que se planteó la cuestión de si el PBI es una medida adecuada para medir el éxito de la economía de un país.
“El PBI no es una buena medida de desempeño económico o bienestar. Es importante reconocer que de acuerdo a lo que medimos es lo que hacemos ”, dijo Stiglitz, citando el ejemplo de la nación asiática de Bután, que mide la felicidad interior bruto en lugar del PBI.
“El PBI de los EE.UU. ha aumentado todos los años, excepto el 2009, pero la mayoría de los estadounidenses están peor ”, dijo Stiglitz. “Los salarios reales de hoy en día son más bajos de lo que eran hace 60 años”, agregó.